Tras las fugas en el gasoducto de Nord Stream, que han llevado a Berlín a decir que lo da por perdido para siempre, el precio del gas de referencia en Europa volvía a subir por encima de los 200 dólares, tras una etapa de moderación de precios en las últimas semanas.
Las autoridades alemanas cuentan ya con que los tres tubos que componen el sistema del gasoducto Nord Stream del Mar Báltico quedarán inutilizables para siempre, tras esos supuestos actos de sabotaje llevados a cabo esta semana, el pasado lunes, que han provocado importantes fugas de gas.
¿Agravará esto la crisis energética en Europa? ¿Cómo afectará al mercado?
Según explica Nicolás López, el precio de la energía va a ser una de las claves que moverá al mercado. Pero es más importante vigilar el precio del petróleo que el del gas. Tras superar los 130 dólares este año, se ha moderado y se sitúa ya por debajo de los 90 dólares. Esta evolución ayudará a reducir la inflación, "es positiva y da ciertas esperanzas", explica el experto.
En cuanto al gas, depende del conflicto en Ucrania la falta de suministro que puede provocar en Europa. El Viejo Continente se expone a unos precios elevados y a conseguir fuentes alternativas de suministro, algo que todavía es una incógnita. De cara a lo que pase en los próximos meses, todavía no está claro si incluso se pueden producir cortes de gas y cómo afectaría eso a la industria y a las empresas.
¿Qué esperar del precio del petróleo? Según explica Darío García, de XTB, el crudo se está viendo afectado por las expectativas de mayores alzas de tipos por parte de los bancos centrales, lo que desincentivará el consumo y hará que baje el precio. En el lado contrario, se espera que la OPEP+ anuncie un recorte de producción, lo que impulsaría el precio. El experto apunta a que el crudo podría subir y superar los 90 dólares en el corto plazo, hasta toparse con la siguiente resistencia, en los 102 dólares por barril.