Estos complicados rompecabezas se resuelven en el proceso de minería mediante potentes ordenadores, que validan los nuevos bloques de la cadena de bloques creados en el proceso de minería. Este tipo de validación de los bloques de datos se denomina "proof-of-work".
Dado que los "mineros" son recompensados con algún bitcoin al resolver el complejo algoritmo, cuanto más alto sea el precio del bitcoin, mayor será el incentivo para realizar los cálculos, lo que consume más energía.
La minería de Bitcoin utiliza alrededor del 0,4% del consumo global de energía.
El Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de la Universidad de Cambridge situó el consumo anual de electricidad de bitcoin por encima del de Argentina y Holanda.
Source: Cambridge University
Cabe destacar que el 75% de la minería mundial de Bitcoin se realiza en China, lo que empeora las cosas porque en las zonas donde se encuentran las granjas de minería de Bitcoin, la electricidad se produce a partir de la quema de carbón térmico.
Las criptodivisas no están reguladas y pueden comercializarse para obtener beneficios, y también pueden convertirse en objetivo de los especuladores, que en ocasiones han hecho que los precios se disparen.
El informe de CipherTrace sobre los delitos relacionados con las criptomonedas y la lucha contra el blanqueo de capitales en 2020 revela que los principales robos, hackeos y fraudes relacionados con las criptomonedas ascendieron a 1.900 millones de dólares.