El oro revertía su curso y subía el miércoles, ya que el dólar se alejaba de sus máximos de sesión y las expectativas de una ralentización de las subidas de tasas de interés de la Reserva Federal apoyaban a los precios por encima del umbral de los 1.900 dólares. Pese a los avances del miércoles, los precios han retrocedido desde el lunes, cuando alcanzó su nivel más elevado desde abril de 2022.
"El hecho de que el reciente avance del oro haya comenzado a perder fuerza no es inesperado, ya que carecía de la aceptación de los inversores", dijo Carsten Menke, de Julius Baer. "Dicho esto, es poco probable que se produzca una corrección masiva, ya que el consenso del mercado sigue abogando por una Fed menos agresiva en el futuro".
Los inversores esperan cada vez más que la Fed reduzca el tamaño de las alzas de tasas a 25 puntos básicos en su próxima reunión, después de ralentizar su ritmo a 50 puntos básicos en diciembre, tras cuatro aumentos seguidos de 75 puntos básicos.
Descorrelación con las bolsas
El oro es un valor refugio, siempre lo ha sido, pero se ha descorrelacionado de los mercados financieros en el último año de manera muy poco habitual, según explica Javier Etcheverry, responsable de Activtrades Spain. "Hay una manipulación subyacente del oro que no se ha hecho hasta ahora", apunta el experto. Y es que todo apunta a que se está acumulando oro para servir de subyacente por ejemplo frente a criptoactivos, como el yuan digital o el rublo digital que lanzó Rusia en 2022 y para el que ha acumulado oro.
Históricamente, si las bolas subían, el oro bajaba y viceversa. Pero esto ya no es así, lo estamos viendo en los últimos trimestres en el mercado. Hasta noviembre del año pasado, el oro no ha empezado a subir de nuevo. Cuando ya el mercado entendió que la inflación no era transitoria y la bolsa empezó a caer, el oro también comenzó a perder terreno. "Esto no es lo habitual", recuerda el experto. Hasta ahora, este tipo de descorrelación había sido algo puntual.
Ahora el oro ha vuelto a subir, hasta situarse por encima de los 1.900 dólares la onza. "Ahora tenemos que considerarlo, por primera vez en mucho tiempo, como un elemento a parte. Necesitamos mayor perspectiva", sin "dejarse llevar por eso que creíamos saber".
¿Cómo podemos obtener esa mayor perspectiva? "La plata es la mejor muleta que tenemos frente al comportamiento del oro", apunta Etcheverry. La plata sirve como indicador adelantado al oro, "su compra y venta es más pura", ya que es un activo que no es del interés de los gobiernos y bancos centrales, como lo es el oro, pero sí entre los inversores. Mirando la plata, podemos prever, hasta cierto punto, los movimientos que puede hacer el oro y tomar decisiones de inversión.