¿Cómo están viendo el arranque de año en los mercados tras la etapa de resultados empresariales?
El inicio de año se ha caracterizado por más volatilidad de lo normal, pero los resultados que se están conociendo nos están indicando que las perspectivas económicas tienen una tendencia positiva. Los resultados son buenos y esa es una de las razones por la que pensamos que una vez que se solventen determinados conflictos geopolíticos y nos centremos más en lo que es la economía, quizás los bancos centrales puedan pasar a un segundo plano y ya veamos este inicio de nuevo ciclo con subidas de tipos pero por una economía fuerte.
Se está viendo un rebalanceo de carteras desde acciones de crecimiento hacia las de sectores más de valor... ¿Cómo se ha posicionado ATL en este sentido?
En ATL estamos posicionados más en core, que no es ni centrado en crecimiento ni valor. El motivo de ello es que si hacemos un poco de memoria también el año pasado durante los seis primeros meses del año vimos unos flujos de entrada crecientes en el value respecto al growth y luego en la segunda parte del año se revertió esta tendencia, y creemos que podemos estar en una situación similar. Al final estamos más diversificados y nos posicionamos sin renunciar a empresas de growth o value, algo que te da cierta seguridad. Lo que sí que es verdad es que quizás hemos incrementado muy poquito la exposición a Europa respecto a EEUU, pero nunca deshaciendo la parte que tenemos en EEUU. Y la realidad es que Europa en general es más value que growth.
¿Cree que estamos ante el gran año del Ibex 35? ¿Qué le falta al selectivo para subir?
Lo importante para que el IBEX 35 lo haga bien es que la economía vaya bien y que todas las plazas tengan un buen comportamiento. No creemos que podamos ver un Ibex creciendo con todos los demás índices cayendo. Y una cosa importante en el selectivo no solo es el sector financiero, sino el peso tan importante en el selectivo a utilities, que es mucho mayor que en el de índices más globales. Por ello, en el Ibex es necesario que lo haga bien toda la parte del value y quizás el sector financiero, pero también que en relativo las utilities no tengan un mal comportamiento.
El sector bancario. ¿Ven oportunidades?
Creemos que los bancos en general están en una posición en la que podemos empezar a fijarnos en ellos. Llevamos una década, debido a las políticas económicas de los bancos centrales, creyendo que era complicado estar en ellos con los tipos de interés en los niveles actuales porque presionaban los márgenes de todo el sector financiero para que pudiesen tener un crecimiento en el negocio exponencial o muy bueno; de hecho, en lo que se ha centrado toda la banca, sobre todo la española, es en reducir y centrarse en la parte de los costes para evitar que ese margen fuese nulo. Ahora, con las expectativas de un inicio de ciclo de subida de tipos, esa parte de presión de los márgenes debería desaparecer y revertirse y ser más positiva. Por tanto, sí que creemos que el sector financiero puede empezar a estar dentro del foco de muchas carteras que en esta última década no estaban. En cuanto a las utilities, hay que estar atentos al cambio frente a renovables, es decir, si consiguen tener unos rendimientos e ingresos potentes por la parte de energía renovables podemos esperar que tengan un buen comportamiento. Pero no hay que olvidar que normalmente en subidas de tipos, igual que el sector financiero se ve beneficiado, a las utilities les pasa lo contrario, por tanto veremos como lidian esa dualidad.
¿Cree que la renta fija, ante un ligero empinamiento de la curva en Europa, puede dar alguna oportunidad? ¿Cuál es vuestra aproximación a este activo?
Llevamos mucho tiempo viendo cómo el comportamiento de la renta fija en relativo es muy positivo. Sobre todo es importante para los perfiles conservadores que estaban acostumbrados a tener rentabilidades positivas simplemente con una inversión en renta fija. Creemos que eso ahora va a ser más complicado. Por tanto, nuestra aproximación en renta fija es centrarnos en la duración tanto de los bonos en concreto como de los fondos de renta fija. Creemos que es importante que las duraciones sean cortas, porque la duración es la sensibilidad que tiene la cartera o bono a las subidas de tipos de interés y si esperamos una subida de tipos en los próximos trimestres o años la cartera se verá menos afectada cuanto más corta sea esa duración. Por eso estamos poniendo el foco en que las duraciones de las carteras globales estén controladas y sean relativamente bajas.