Asimismo, otro punto destacado es que durante las fases correctivas en los mercados de acciones la parte de renta fija actúa como soporte y contiene las pérdidas. El grado de sensibilidad de un bono convertible al movimiento de la acción se mide a través de la delta.
Si 2012 fue un año muy bueno para la renta fija convertible, el balance de lo que llevamos de año también está siendo muy positivo: el índice Global 300 Convertible (índice de renta fija convertible que se toma como referencia para comparar los fondos de inversión de esta categoría) registra una rentabilidad en lo 2013 del 11,02%, mientras que en los últimos 3 años registra una rentabilidad anualizada del 16%.
A pesar de la favorable evolución reciente, en GdC nos sigue pareciendo un activo ideal para tener en las carteras, ya que (1) supone una buena alternativa a la renta fija tradicional debido a las desfavorables perspectivas para esta clase de activo, (2) favorece la diversificación como ha quedado demostrado en diferentes artículos de investigación de gestión de carteras, y (3) permite dar una rentabilidad adicional a los perfiles conservadores sin elevar de forma importante la volatilidad de la cartera: es un tipo de activo que nos permite estar en “renta variable”, y al mismo tiempo estar “cubiertos” ante el riesgo de cesiones de las cotizaciones.
Comparativa rentabilidad y riesgo en distintas categorías de activo
Fuente: Morningstar
El fondo DWS Invest Convertibles es una de las mejores alternativas dentro del universo de fondos de inversión pertenecientes a la categoría de renta fija convertible, en la que ocupa un buen puesto dentro de los fondos defensivos con una sensibilidad (delta) de la cartera de deuda a los movimientos de la renta variable que se encuentra en línea con la media de la categoría.
Evolución del fondo y comparativa con la categoría
Fuente: Morningstar