“Queremos ser una compañía cotizada privada e independiente, que aporte a nuestros clientes, empleados y colaboradores un valor diferencial dentro del sector energético, apostando por la innovación y la transparencia”. Este lema es el lema de Audax Renovables, una compañía que, con apenas 20 años de vida, ya es una de las grandes del sector de la energía renovable.
Con dos grandes líneas de actividad -la energía de producción propia y la comercialización-, en Audax no entienden el negocio como la suma de las dos, sino como un todo global. "Al final, tenemos más clientes a los que le vendemos la energía porque venimos del mundo de la comercialización, y fue tan sólo hace cuatro años cuando decimos entrar en el mundo de la generación", explica José Elías, Presidente de Audax.
Y precisamente la visión de su negocio es la marca diferencial de la casa. Hay muchas compañías que están enmarcadas en “renovables”, pero ninguna tiene nada que ver con Audax, que comercializa y genera, aunque no construye (se externaliza a un tercero). Y esa es su gran ventaja: ser un todo y un nada en energía renovable, el parecerse a una utility grande con la agilidad de una utility pequeña.
A todo ello hay que sumar que los inversores apuestan por el sector verde, que tiene un gran recorrido alcista, gracias en parte a las políticas que está impulsando la Comisión Europea. A partir de ahí, las elevadas perspectivas de futuro de las energías renovables sitúan a Audax en una posición inmejorable para encabezar la transición energética en el mercado europeo, teniendo en cuenta que el marco de actuación en materia de clima y energía hasta el año 2030 de la UE contempla entre los objetivos para el periodo 2021-2030 reducir al menos un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (con respecto a 1990), alcanzar al menos 32% de cuota de energías renovables y un 32,5% de mejora de la eficiencia energética.