¿Por qué se han producido estas ventas implacables y sistemáticas por parte de los gestores de fondos? Para contestar a esta pregunta, se fija en los resultados de la encuesta que hace el Bank of America entre los gestores de fondos estadounidenses, “y la mayoría de ellos piensan que el principal riesgo que afecta a los mercados de valores es que la economía de Estados Unidos entre en recesión por una guerra arancelaria”.
Pero, ¿realmente tenemos datos de que la economía de Estados Unidos ha entrado en recesión? La estimación de crecimiento del PIB del Banco de la Reserva Federal de Nueva York dice que la economía norteamericana está creciendo a una tasa superior al 2,5%. Además, la producción industrial está en máximos. “De momento no hay ningún dato en la mesa que revele que la economía de Estados Unidos esté en recesión”.
También se habla de aumentos de los niveles de inflación. “Cuando uno mira las perspectivas inflacionistas que está descontando el mercado están ancladas en torno al 2,5%. Además, el precio del petróleo está en una tendencia bajista, y existe una correlación muy alta entre el ritmo al que se mueven los precios y el comportamiento del petróleo”.
El experto señala que “no tiene lógica” que en el único sitio del mundo donde preocupa la recesión sea en Estados Unidos, “más aún cuando además los chinos quieren poner en marcha un paquete de estímulo fiscal, lo mismo en Europa, gastando en armamento. Por lo tanto, yo soy de los que llega a la conclusión de que aquí nos hemos excedido”.
Explica que los niveles de sobreventa que se han alcanzado ahora son similares a los que hubo en octubre de 2022. “El S&P 500 ya está en la media de 250 sesiones, como estuvo en octubre de 2023, cuando rebotó. El sentimiento es profundamente bajista y ha incorporado una probabilidad de caída en recesión del 50%”. Por ello, el analista piensa que el S&P 500 ya ha marcado muy el nivel mínimo y que lo peor ha pasado ya.
Aún así, no se ha dibujado una figura de suelo que ponga claramente de manifiesto que la fase correctiva ha concluido. “El daño ha sido muy grande y, por lo tanto, lo normal es que tome tiempo solucionar esta situación”. En el peor de los casos, podemos tener un movimiento a la zona de 5.450, indica. “El pasado 13 de marzo, el mínimo fue 5.506. Que caiga un poquito más para dibujar un escape falso a la baja, hacer que se produzca la capitulación final y suba sería lógico, pero yo lo tomaría como un movimiento dentro de un proceso de formación de suelo”.
Cava piensa que si ahora no hubiese recesión “y toda esta gente ha abierto posiciones cortas e incluso ha vendido una gran cantidad de títulos, lo más probable es que estaríamos ante una oportunidad de compra”. Este es el escenario que considera más probable.
"Los niveles de miedo son pruebas circunstanciales, la estacionalidad son pruebas circunstanciales, las encuestas son pruebas circunstanciales. Aquí el que manda es el precio". El economista explica que si el S&P 500 fuera capaz de superar la zona de 5.710, sería el primer signo de que se habría formado un suelo.