Ya estén cotizando en Shangai o en Shenzhen, las acciones serán añadidas en dos fases, en junio y en septiembre. Se trata de pasos incipientes para la comunidad financiera china, pero esto se ha conseguido tras cinco años y cuatro rondas de discusiones de MSCI con inversores globales.
Hay un largo camino plagado de oportunidades para los inversores globales ya que estas 234 compañías de gran capitalización son una mera gota en el océano. El mercado de acciones chinas clase A es uno de los más grandes del mundo, comprende 3.500 compañías y tiene una capitalización de 8,5 billones de dólares.
La inclusión inicial afecta tan sólo a un 0,9% del MSCI Asia ex Japón y sólo el 0,8% del índice MSCI Emerging Markets. Y esto podría incrementarse hasta el 14-18%.
Con alrededor de 1,9 billones de dólares en activos ligados al MSCI EM , los fondos que están ligados al índice tendrán que asignar alrededor de 15.000 millones de euros a acciones A después de septiembre para evitar la desviación. Esta llegada de dinero difícilmente tendrá efecto, debido al free float total de 3,4 billones de euros y a que el volumen diario es de 75.000 millones de dólares1. Con todo, la inclusión en el MSCI muestra cómo ha progresado China en su reforma del mercado de capital, específicamente en la internacionalización del yuan y en la vinculación de su cambio con el resto del mundo.
La sabiduría popular considera que la inversión en mercados emergentes es una aventura arriesgada y que China no es una excepción.
En las pasadas décadas, la experiencia del mercado de capitales chino también ha tenido su ración de momentos al alza y a la baja culminando con un boom y una explosión en 2015 que se llevó aproximadamente 3 billones de dólares de la capitalización del mercado continental en tres semanas. Los inversores minoristas, alentados por el margen de crédito, habían comprado de forma masiva acciones y tuvieron que capear el inevitable daño generado posteriormente por el estallido de la burbuja. La intervención del gobierno fue torpe y en ocasiones mal concebida. Casi la mitad de las compañías cotizadas en el mercado doméstico fueron suspendidas.
Como inversores internacionales en China, necesitamos tomar al toro por los cuernos. La buena gobernanza corporativa, la fortaleza de los balances, una fácilmente defendible ventaja competitiva y el respeto por los intereses de los inversores minoritarios, son principios clave cuando se invierte en China, y en cualquier otro mercado.
Así que a pesar de la inclusión en el MSCI, nada ha cambiado en nuestro proceso de selección cuando se invierte en las compañías del mercado continental : entender cómo funciona el engranaje de una compañía para conocer su calidad y sus fundamentales, examinar al equipo directivo y prestar una enorme atención a las valoraciones para asegurarnos que pagamos un precio razonable-.
De forma más general, el mercado de acciones A ofrece el mayor rango de compañías para elegir dentro del mercado continental chino, incluyendo sociedades de calidad en sectores únicos, como las empresas de medicina tradicional china. Estos sectores no son comunes en otros mercados y algunas compañías tienen el potencial de ser líderes del mercado, no solo a nivel doméstico, sino también global. Hay que admitir que en el mercado de acciones A, la dispersión de revalorización potencial es también mucho mayor que muchos otros mercados y para los inversores que quieren lo mejor, esto puede significar conseguir valiosas ganancias potenciales. Es más, el mercado de acciones A ha estado históricamente menos correlacionado con las acciones globales que las acciones H, ofreciendo beneficios de diversificación a inversores institucionales.
China consume cualquier cosa y esta es ciertamente una de las tendencias más observadas entre los inversores de mercados emergentes. Las compañías se pueden beneficiar del aumento del consumo doméstico. Por ejemplo, las compañías relacionadas con los viajes y los fabricantes de dispositivos inteligentes ofrecen acceso a la creciente clase media y a su búsqueda de la calidad. Al mismo tiempo, las compañías de seguros y la industria sanitaria podrán beneficiarse de las tendencias demográficas que apuntan a un mayor envejecimiento de la población y del aumento del deseo de una calidad de vida mejor y más saludable.
Hasta el momento, hemos invertido en unas 30 acciones clase A de compañías chinas, bien asentadas en sus industrias y que además han dado pasos para adoptar prácticas de gestión internacionales. Esto puede ser una elección muy pequeña, pero si China continúa comprometida con la liberalización del mercado de acciones y de capitales, los inversores probablemente no tendrán que esperar mucho para que más compañías de calidad y crecimiento salgan a la superficie.
1. Lo que se puede esperar de la inclusión del mercado A de acciones Chinas. UBS 14705/2018
Nicholas Yeo, Director and Head of Chinese and Hong Kong Equities