Enero no suponía el fin del cripto invierno. Se produjo una ola masiva de despidos por parte de firmas como Genesis Global Capital que prestaba servicios de préstamo en criptomonedas y del cripto banco Silvergate. Ambos despidieron al 30% y 40% de sus respectivas plantillas. Nadie imaginaba que era el principio del fin y caerían en bancarrota. En este entorno, otras firmas como ByBit y Kraken también tuvieron que recortar plantillas como consecuencia de la difícil situación del mercado.

Sin embargo, en enero el precio del bitcoin pareció despertar de su letargo con 12 días consecutivos de subidas “estaba a solo 3 días de su tendencia más larga, que tuvo lugar en 2013”, destaca Raúl López, country manager de Coinmotion en España, quien explica que el aumento de valor de bitcoin tuvo un efecto positivo en todo el criptomercado y algunas altcoins experimentaron ganancias de hasta un 10% durante ese periodo.

En febrero, LocalBitcoins pasó a la historia, desgraciadamente tuvimos que asistir a su caída. La plataforma logró estar en funcionamiento durante 10 años. La noticia de su quiebra fue recibida con sorpresa, ya que no se detectaron señales de una muerte empresarial anunciada.

A pesar de que había demasiados nubarrones en el criptomercado, desde Coinmotion destacan que en febrero se dieron también buenas noticias: Membrance Finance anunció una nueva stablecoin, la EUROe, regulada por la UE. “Una moneda estable basada en el euro es realmente una conquista territorial largamente esperada porque, anteriormente, las únicas opciones de stablecoins para los inversores institucionales que operan en Europa estaban ligadas al dólar”, destaca López.

Hacia finales de febrero, el servicio finlandés de DeFi, Aave, también anunció el lanzamiento de su propia moneda estable GHO. A diferencia de EUROe, GHO tiene un valor vinculado al dólar estadounidense.  Las nuevas stablecoins han sido bienvenidas por los criptoinversores, ya que este criptomercado está repartido entre tres grandes stablecoins basadas en el dólar estadounidense: USDT, USDC y BUSD.

Por su parte, el protocolo Bitcoin Ordinals también fue noticia en febrero. Aportó un cambio significativo en el mercado NFT permitiendo a los usuarios de los nodos de bitcoin incluir archivos como vídeos, audio o smartcontracts en cada satoshi (la unidad más pequeña de Bitcoin). El protocolo Ordinals fue un éxito desde su lanzamiento y atrajo a miles de nuevos usuarios a la cadena de bloques de Bitcoin.

La mayor quiebra bancaria desde 2008

Marzo ha sido un mes de pánico para el sector bancario en EE UU y Europa. Silvergate Bank, reconocido criptobanco en Estados Unidos, anunció a mediados de marzo su intención de cerrar todas sus operaciones. A ello le sobrevino la quiebra del Silicon Valley Bank que se convirtió en un “bank run” tras la masiva retirada de fondos de los inversores.  Debido a su falta de liquidez e insolvencia, la FED emitió un paquete de emergencia de $25.000 millones para evitar que la fuga de depósitos se extendiera a otros bancos. Apenas unos días después del colapso de SVB, se unió el infeliz desenlace del First Republic y Signature Bank. 

También a este lado del Atlántico el sector bancario causó pánico en las bolsas tras conocerse un necesario rescate de Credit Suisse, finalmente adquirido por UBS. Marzo ha cerrado con una crisis de confianza inversora tras sospechas de fraude fiscal y blanqueo de dinero en entidades como Société Générale, BNP, Exane, Natixis y HSBC en medio de un panorama económico marcado por una recesión, llega un shock bancario. 

Por primera vez desde que los bancos centrales empezaron a endurecer su política monetaria, hemos asistido a una clara y brusca sacudida de los mercados financieros. Hasta ahora sólo habíamos visto efectos limitados del ciclo de endurecimiento sobre la economía real. Desde la gestora DPAM explican que “Tras los acontecimientos actuales, es probable que se hagan visibles más efectos del ciclo de endurecimiento, lo que obligará al BCE a ralentizar al menos el endurecimiento de la política monetaria, aunque la situación de la inflación no se ajuste plenamente al objetivo”.

¿La incertidumbre sobre el sistema bancario tradicional ha tenido efectos positivos en el criptomercado?

El temor a una nueva crisis financiera mundial y de deuda soberana en Europa ha avivado el interés por las criptodivisas.  Bitcoin como criptomoneda de referencia ha cerrado el primer trimestre con una notable recuperación cotizando por encima de los 27.000 dólares, aunque aún muy por debajo de su máximo histórico, los US$69.000 alcanzados en noviembre de 2021. Altcoins, como Conflux y Stacks aumentaron su valor en más del 40 % en un día. 

“La pérdida de la confianza en el sistema financiero se está trasvasando a confianza en los ideales del bitcoin. En estas circunstancias cabe esperar que bitcoin se perciba cada vez más como un oro digital donde resguardar los ahorros, con una posible presión de compra al alza”, matiza Miguel Caballero, fundador de Tutellus. Además, apunta que la respuesta de los mercados ha sido muy positiva, “bitcoin ha subido más de un 30% los últimos días. La sociedad se está dando cuenta que es una moneda inconfiscable y descentralizada”.

Catherine Wood, prestigiosa inversora estadounidense, fundadora y CIO de Ark Invest, vislumbra que bitcoin alcanzará 1 millón de dólares en 2030, se incrementará más de un 6000%. Por su parte, el ex CTO de Coinbase, Balaji Srinivasan, ha pronosticado recientemente que el precio de bitcoin alcanzará el millón de dólares el 17 de junio, como consecuencia de la hiperinflación en Estados Unidos.

¿Continuará el excepcional comportamiento de los precios del criptomercado en correlación con el creciente coeficiente de riesgo del sector bancario? Nadie tiene la capacidad de predecir el precio de cualquier criptomoneda en el futuro. Es un mercado altamente volátil y puede ser influenciado por muchos factores, como la demanda del mercado, la adopción de la tecnología Blockchain, la regulación, la seguridad cibernética y las noticias económicas. 

No obstante, la limitación de la cantidad de bitcoins a 21 millones, que se irán liberando progresivamente, desacelerando su emisión con el tiempo (actualmente se han minado en torno a 19.309.538 bitcoins), le otorga resistencia a la inflación, ya que su oferta no puede ser controlada por ningún gobierno ni organización, es libre. 

“Su protocolo es inmutable, las reglas marcadas no pueden ser cambiadas. Funciona de una manera determinada y no puede ser modificada sin un consenso tremendamente improbable”, explica Caballero.  Y no solo eso, es totalmente transparente, puesto que al estar desplegada sobre una Blockchain; se puede ver en todo momento cuánto bitcoin hay en circulación, cuántas carteras lo poseen o qué es lo que hacen con él. 

¿Qué puede interesar a un cripto inversor?

Bitcoin está pasando de un ciclo de distribución de mercado bajista a un ciclo de acumulación previo al halving. Faltan menos de 400 días para la reducción a la mitad en 2024, y los inversores ya están tratando de fijar el precio cuando ocurra dicho “evento”, explican los expertos.

Jesús Herencia, profesor del Programa Especializado en Blockchain e Innovación Digital del IEB y fundador de la consultora especializada en Blockchain, ShareYourWorld, recomienda que es necesario tener cautela. Inversiones muy cortas, asumiendo un riesgo muy alto debido a la volatilidad del mercado reinante. “Cierto es que la volatilidad cada vez es menor, pero estamos hablando que el mercado de los criptoactivos es capaz de bajar un 20% en 24 horas sin ningún tipo de miramiento. Una inversión prudente, no puede ser un “all in” ahora mismo o el golpe puede ser muy duro. Este consejo es válido para cualquier tipo de inversión en criptoactivos a corto plazo”, matiza. 

La mejor inversión siempre es tener conocimiento y control de las finanzas, no es un ecosistema sencillo. 2023 debería ser el momento de la recuperación del precio de los criptoactivos, aunque bien vemos que depende, y mucho, de factores cada vez más asociados a la evolución de la economía.

Si pensaba que había visto todo en el 2022, se equivoca.