Hemos tenido un verano algo convulso como siempre con Trump, el euro con los conflictos gepolíticos. Ahora en septiembre ¿a qué tenemos que estar pendientes?
Desde un punto de vista de riesgos o de ruidos de cara a la recta final del año es un poco más de lo mismo. Tenemos que estar centrado en el terreno geopolíltico, no solo por atentados terroristas sino por la tensión que hay en Corea del Norte, nosotros no manejamos un escenario de una guerra puesto que esto podría desencadenar una tercera guerra mundial. Si pensáramos así, la estrategia sería vender todo. Pero como no es el escenario más probable sí puede seguir generando ciertas turbulencias, también Donald Trump que quizás sea un “cisne rubio” puesto que tarde en cumplir todo aquello que en plena campaña electoral llegó a prometer a los ciudadanos. Eso junto con la furia y el fuego no sólo exterior sino también interior pueden ser trabas a la hora de aprobar reformas políticas que pueden, en cierto modo, desinflar expectativas en cuanto al crecimiento económico de la primera economía del mundo. También tenemos que estar atentos a los bancos centrales, la normalización de a política monetaria es una realidad, lo que ocurre es que el mercado está con una ansiedad de cuándo subirán tipos y creo que son muy claros en cuanto a que no llevarán prisas. Hay que estar pendientes sobre lo que puedan hacer y a partir de 2018, ver cómo se notan las medidas en lo tipos.
Y un tercer foco, es la macro y la micro. Que no haya nada que eche al traste este escenario de aceleración y mejora del crecimiento. Estos serían los tres focos de atención. No obstante, la estrategia es muy clara, somos optimistas pero con cierta cautela. Optimistas porque la micro está mejorando, los resultados son mejores de lo estimado y los bancos centrales van poco a poco.
Por primera vez el inversor español está invirtiendo más en fondos que en depósitos. Es una noticia positiva y no sé si es creciente para próximos meses.
Es una noticia positiva. ¿Es una tendencia creciente? A corto plazo sí. Pero se quedará con nosotros mucho tiempo siempre que no dependa de lo que hagan los bancos centrales. Dependerá de toda la industria, el sector financiero y esto es un deber no sólo porque lo exija la Mifid II sino porque todos tenemos que trabajar en la misma línea: información, formación y asesoramiento de calidad, que debe se transparente, personalizado y continuado. Si no se trabaja en esta línea todo esto puede ser flor de un día porque la tendencia de reducción del depósito y aumento de fondos obedece a una doble necesidad: ahorradores ven cómo en el depósito no obtienen retornos positivos y además, las entidades tienen el ahorro y ante la posibilidad de que éste se marche a otros activos, lanzan campañas para colocar un producto. Y colocar no es asesorar. Esto tiene que ser trabajo de todos para que el inversor sepa lo que está comprando.
Me llama la atención cuando hablamos de renta variable que hay índices que han subido mucho e incluso están caros por valores y el particular no ha participado de esas subidas. ¿Llega tarde o estamos en un buen momento para hacer cartera a largo plazo?
Si vamos a comprar un índice, las bolsas en general están caras pero por índices. Dentro de éste hay compañías que están más caras y otras más baratas. Teniendo en cuenta que no veo presiones inflacionistas y viendo que hay compañías que todavía lo pueden hacer bien, creo que mirando al medio plazo hay oportunidades a la hora de invertir en renta variable. Eso sí, siendo selectivo – mejor gestión activa que pasiva – ser algo prudentes y pacientes. No porque una semana haya corregido la posición, hay que venderá. Existe valor en la renta variable europea, en las pequeñas y medianas compañías, en el caso de la bolsa americana sin ninguna duda, aunque más en compañías de gran capitalización y orientación más a crecimiento. En renta variable emergente, si la FED n lleva prisas en normalizar los tipos, también hay oportunidades. Y en Japón hay compañías que de verdad me interesan y ahí jugaría con fondos temáticos que aportan valor interesante.
Creo que el escenario macro y micro está descontado en los índices pero en las compañías no. Y todavía hay compañías a las que les puede quedar recorrido.
Como me está comentando, si hay un crecimiento coordinado, la inflación está todavía por debajo del objetivo de los bancos centrales, supongo que puede haber alguna oportunidad en consumo…
Sí pero una cosa es que los bancos centrales quieran generar inflación y otra que se den cuenta que estamos en una nueva normal y esta nueva normal es que hay presiones desinflacionistas muy claras, no solo por el envejecimiento global. Las nuevas dinámicas de consumo son generadoras de desinflación. Claro que sí hay productos enfocados a consumo cíclico y básico que hoy por hoy siguen ofreciendo valor. Fondos como el Robeco Global Consumer Trends, el Nordea Emerging Consumer para tener exposición a emergentes; si hablamos de la tendencia de consumo digital el Pictet Digital sería interesante de valorar y si hablamos de envejecimiento de población podemos mirar hacia sector salud en fondos como CPR Silver Age o el Lombard Odier Golden Age…ahí el consumo, en un entorno de envejecimiento de la población se puede encontrar valor. Más allá de los estilos de gestión, es un final de año de empresas más que de índices.