BME ha ganado 160,3 millones de euros, lo cual supone un descenso del 7,6% con respecto al 2015. ¿A qué se debe?
Básicamente a que los volúmenes de contratación en general en todo el mundo han estado más débiles a lo largo del 2016. Sobre todo en la segunda parte del año. En la primera parte fue más potente, los mercados tuvieron más activos. Sin embargo en el tercer y cuarto trimestre lo han estado menos. En el conjunto del año han sido así. Hay que decir que el cuarto trimestre ha sido mejor. Hicimos un cuarto trimestre que ha sido casi un 12% mejor que el tercer trimestre, lo cual demuestra una cierta recuperación secuencial que nos da esperanza para que el año 2017 si continúa pueda tener unos resultados más sostenidos. En cualquier caso, a pesar de esa bajada de los resultados de un 17%, pensamos que 170 millones es un resultado francamente fuerte teniendo en cuenta que la última vez que tuvimos volúmenes en el mercado por debajo de 700.000 millones la compañía ganó 130 millones. Con lo cual pasar de 130 millones a 160 millones son más de 30 millones de euros netos de impuestos que se debe al esfuerzo de diversificación de la compañía en otras unidades de negocio. A no estar solamente pendientes de los volúmenes, sino también a hacer todo lo posible por mejorar la cuenta de resultados de la compañía con otras exposiciones a otros ciclos o a otras cosas.
¿De cara al 2017 tienen previsión de que se revierta esa tendencia? ¿Creen que una vez despejadas algunas incertidumbres aumentará la contratación?
Eso es lo que esperamos. La verdad es que me cuesta pensar en un año más complicado que el 2016 desde el punto de vista de volúmenes y precisamente de incertidumbre respecto al mercado y al propio país. Creo que hemos sufrido una falta de foco de la inversión extranjera durante este año por razones de incertidumbre política. Una vez despejado esto y teniendo ua situación macroeconómica estable y en crecimiento, con las variables fundamentales bajo control pensamos que el mercado debería reflejarlo. Los inversores deberían seguramente tener más atención e ideas de inversión en las compañías españolas. Pensamos que el 2017 debería ser un año con mejores volúmenes. Desde luego es muy difícil de predecir pero creo que las circunstancias del 2016 fueron especialmente complicadas.
¿Se proponen alguna meta de cara al 2017?
Sí, la compañía continúa ese esfuerzo de diversificación tan importante en unidades de negocio que no están ligadas a volúmenes. En concreto hemos hecho una reestructuración hace muy poco en la unidad de market data y value services, que es básicamente la fusión de dos unidades de negocio que todavía hoy estamos reportando. Esas dos unidades se juntan porque vemos sinergias muy importantes en ambas por coincidencia de clientes, de áreas geográficas donde poder desarrollarlo y para eso hemos hecho una estructura diferente y esperamos conseguir que ese impulso comercial de nuevos productos nos ayude. Además, actividades que este año han sufrido cambios importantes como ha sido el clearing o la liquidación donde hemos tenido que hacer una reforma impulsada por la ley muy importante también esperamos hacer cosas nuevas y que la compañía continúe esta oferta de productos que creemos que es muy importante.
En cuanto a política de retribución, ¿cuál es la intención con respecto a los accionistas vía dividendos?
La política de la compañía es muy agresiva en el buen sentido. Pagamos un payout del 93% este año. Hemos anunciado un dividendo complementario sujeto a la aprobación de la junta de 80 céntimos que deja el dividendo por acción total del año en 1,8 euros por acción brutos y esto es un 93% de payout con lo cual la verdad es que el accionista de BME está muy ligado a que a la compañía le vaya mejor o le vaya peor. Por tanto, por eso ha bajado un poco dividendo. Seguiremos así, seguiremos pagando el payout más alto posible y desde luego si los resultados de la compañía en el 2017 son mejores el dividendo también lo será.
Por otro lado, uno de los temas más comentados es el lanzamiento de la plataforma de fondos de BME. ¿Qué esperan con el lanzamiento, qué acogida está teniendo, y cuándo será ese estreno?
Estamos muy cerca, estamos en pruebas ya, creo que se da una buena contribución a la compañía y en general a la transaccionalidad en este país. En el sentido, de que BME es una gran máquina transaccional, con cientos de miles de operaciones y nos faltaban los fondos. Tenemos todo: renta variable, renta fija, warrants, ETFs. Nos faltaban las participaciones de los fondos. Con lo cual para nosotros era una extensión muy natural en esta transaccionalidad en este país. Vamos a ver qué resultados da. En principio tenemos una buena acogida por parte de las gestoras que les parece un mecanismo alternativo de liquidez que es interesante. Como siempre es una contribución a un modelo que nos ayudará seguramente a mejorar resultados.
La fusión de la bolsa de Londres y la de Frankfurt está a punto de bloquearse. ¿Cómo valora el momento que atraviesa esta operación corporativa?
Es una operación muy compleja de dos compañías de gran tamaño que se querían fusionar en Europa. Evidentemente, como todas las fusiones, ha pasado por manos de la dirección general de competencia en Bruselas y al parecer, según lo que se ve en los medios, las desinversiones que le ha pedido la dirección general de competencia no parece que encajen con el modelo de compañía que ellos querían tener. Evidentemente esto es lo que siempre sucede en la fusión. Muchas veces la dirección general de competencia pide desinversiones concretas y las compañías deciden si quieren seguir adelante o no, dado que esas desinversiones son obligatorias. Van dadas por dirección general de competencia. Veremos a ver. Lo que he escuchado hasta el momento ha sido una serie de comentarios al respecto, no he visto una comunicación oficial, que supongo que si es así se producirá en fechas cercanas. El sector bursátil en Europa ya está muy consolidado. Somos pocos actores en Europa los que estamos funcionando como compañías independientes y de cualquier fusión que se planteé en este sector tiene dificultades desde el punto de vista de competencia y por eso evidentemente se plantean desinversiones. Veremos qué decisión toman finalmente.