Habrá que estar muy atentos a lo que la presidenta de la institución pueda decir. Son muchos los expertos que consideran que Yellen utilizará la rueda de prensa posterior a la reunión para comenzar a preparar el camino para una subida de tipos en diciembre. No antes, aunque sí es probable que sea después. Con la presidenta de la FED nunca hay nada escrito.
El mercado de futuros prácticamente no da opciones a una subida de tipos de un cuartillo de punto hasta el rango 0,5-0,75%, sobre todo después de los decepcionantes datos macroeconómicos conocidos en las últimas semanas.
Para Luke Bartholomew, gestor de Aberdeen Asset Management, la situación es clara, “la combinación de las últimas caídas en la confianza empresarial, los datos decepcionantes de PIB del segundo trimestre y la inflación por debajo del objetivo sugieren que una subida de tipos en septiembre probablemente esté fuera de la mesa”, explica el experto.
Y eso que la conferencia de Jackson Hole en la que se reunen los banqueros centrales de todo el mundo abrió las posibilidades a que la FED tomara la decisión este mes. La propia presidenta de la autoridad monetaria americana afirmó que habían aumentado las posibilidades de una subida de tipos.
Lo dijo en un contexto de relativa calma en los mercados, en el que además parece que el crecimiento tanto de Estados Unidos como Europa está contenido y asegurado, sobre todo tras el susto que dieron los británicos en junio al respaldar el Brexit. El pasado verano nos ha mantenido alejados de cualquier shock financiero y las noticias de China siguen caminando por una senda de neutralidad que nos hacen olvidar el comienzo del año.
Hay que recordar que los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la FED preveían que este año se producirían cuatro subida de tipos de interés, un extremo totalmente descartado por los mercados. Sin embargo, los shocks de finales de diciembre y enero, en el que se llegó a dudar de que EEUU estaba a punto de entrar en recesión, el desplome de los precios del petróleo, los malos datos de crecimiento Chino y posteriormente el brexit, hicieron que la autoridad que preside Janet Yellen no haya hecho otra cosa que postergar la decisión.
En estos momentos, la tasa de paro de EEUU está situada en el 4,9% y la inflación terminó agosto en el 1,1%.
Franck Dixmier, director global de renta fija de alliazn Global Investors, apuntaba que “con la inflación subyacete contenida por debajo del objetivo del 2%, la FED no tiene urgencia por subir los tipos; sin embargo, en un contexto de pleno empleo en EEUU será cada vez más difícil mantener este statu quo en el futuro. Al recuperarse el apetito por el riesgo por parte de los inversores durante el verano ya no son válidos los posibles riesgos externos para el crecimiento y la estabilidad económica derivada del brexit que fueron utlizados como argumentos para no hacer nada en junio y julio y es mucho más probable que la FED se centre en la futura evolución de la economía doméstica”.
Demasiado tarde –para algunos-
¿Qué habría que esperar, entonces, de la Janet Yellen? David Kohl, economista jefe de Julius Baer en Alemania, apunta que “en la rueda de prensa Janet Yellen preparará a los mercados para una subida a finales del año. La reunión del 14 de diciembre podría ser la más apropiada ya que la que se celebrará el 2 de diciembre está demasiado cerca a las elecciones presidenciales”, dice el experto.
Para algunos analistas esta decisión llegará tarde. Yves Longchamp, director de análisis de ETHENEA “en el pasado, la Fed dejó de subir los tipos cuando la velocidad a la que bajaba la tasa de desempleo alcanzó su cota máxima. De acuerdo con este parámetro, ya es demasiado tarde para iniciar una segunda subida de tipos, pues la historia nos dice que el descenso de esta tasa ya debería haberse producido. Por regla general, la primera bajada de tipos tiene lugar en los doce meses posteriores al registro de mínimos en la tasa de desempleo”.
El experto, de hecho, es bastante escéptico con la FED y apunta que “En nuestra opinión no cabe duda de ello de que ha llegado el momento de que se suban los tipos, pues tanto Estados Unidos como la economía mundial, están disfrutando de un entorno benévolo, aunque no nos pregunten sobre cuándo tendrá lugar dicha subida, si es que llega a producirse”.
Sin embargo, si todo ocurre como prevé el mercado y la subida se produce en diciembre habría que ir acomodando nuestras carteras.
En principio, el experto de Julius Baer afirma que un aumento de las posibilidades de alzas a finales de año reforzará al dólar en los próximos meses. “Esperamos que el dólar se fortalezca y que se produzca en la principal razón para que la FED eventualmente retrase la subida al primer trimestre de 2017”, explica.
Para Franck Diximier, “la próxima subida de tipos pondrá bajo presión a los activos de riesgo –renta variable y crédito- pero también esperamos que estas clases de activos podrían recuperarse pronto y tener un buen comportamiento”, afirma.
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