La FED mantendrá hoy los tipos de interés entre el 1 y el 1,25%, según anticipa el consenso. Nadie espera una subida del precio del dinero, pero el interés de los inversores no pasa por esta medida, sino porque la institución anuncie que comenzará a reducir su balance que en estos momentos supera ya los 4,5 billones de dólares.
No será una decisión sorprendente, porque la FED ya ha avisado con antelación de que esta decisión se produciría pronto. La cuestión será cómo va a afectar a la economía y a los mercados, que el banco central comience a retirar la liquidez que inyectó a la economía para accionar el motor que permitió salir de la crisis subprime. Por cierto, esta misma semana se acaban de cumplir nueve años de la quiebra de Lehman Brothers.
No es una cuestión menor. Según los últimos datos, los QE han pasado de representar un 19% de PIB mundial en 2008 al 90% en estos momentos y la idea es comenzar a reducir el dinero en circulación dejando de comprar bonos de los gobiernos y otros instrumentos como los préstamos colaterizados como los MBS (Mortage Backed Securities) en Estados Unidos.
En concreto, la FED ya anunció en junio que el primer paso sería reducir el balance en 6.000 millones de dólares en bonos del tesoro y 4.000 en MBS (Mortgage Backed Securities), es decir 10.000 millones al mes. Una cantidad que se incrementaría cada trimestre hasta alcanzar un máximo de 30.000 millones de dólares al mes en bonos y 20.000 en MBS a finales del cuarto trimestre de 2018.
Habrá que ver cuál es el impacto sobre las bolsas. Solo hay que ver una imagen de cómo ha evolucionado el S&P 500 con este programa QE para saber dónde ha ido la mayor parte del dinero de la FED, a los mercados.
Los expertos de Natixis consideran que el proceso de reducción no va a generar sorpresas en el y utilizan palabras de la presidenta de la autoridad monetaria, Janet Yellen, cuando afirma que será un camino “tan predecible y aburrido como ver secarse la pintura de la pared”. En opinión de estos analistas, “está claro que al proporcionar tantas previsiones a los mercados, la FED intenta minimizar el impacto a la retirada de estos estímulos en el mercado”.
Sin embargo habrá consecuencias, también para el tesoro americano. La gestora francesa calcula que simplemente al eliminar el proceso de reinvertir el capital añadirá unas necesidades de financiación adicional para el tesoro de 270.000 millones en los próximos doce meses “en un momento en el que el déficit está situado entre el 3% y el 3,5% del PIB, a pesar del bajo nivel del paro y antes de que se haya anunciado ningún tipo de reforma fiscal”.
Según los cálculos de Julius Baer a este ritmo se tardarían más de tres años en que el balance la FED se situase cerca de los 2,5 billones de dólares, más de tres veces el tamaño que tenía en 2007. Por eso no creen que esta medida vaya a tener un efecto disruptivo, al menos en el mercado de bonos.
Política de tipos
Nadie espera una subida de los tipos de interés en esta reunión. El debate entre los expertos es si se producirá en diciembre o ya en 2018. Y para eso habrá que analizar cuáles son las proyecciones económicas que hacen los miembros del FOMC y el famoso gráfico de puntos, en el que se observa la dispersión de las estimaciones. El pasado mes de junio, los miembros de la FED estimaban que los tipos quedarían en el 1,4%, algo que implicaría una subida más este año.
En cuanto al gráfico de puntos, la mayor parte de los miembros de la FED siguen esperando una nueva subida.
Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, señala que hay una gran brecha entre las expectativas del mercado y la orientación de la Fed. Hay una notable diferencia entre la orientación de la Reserva Federal para los tipos de interés y las expectativas del mercado. Por el momento, los futuros de los fondos federales, sin embargo, implican que los mercados anticipan, en un poco más de un 50 por ciento, la probabilidad de una subida de los tipos de 25 puntos básicos hacia fines de 2017 y un 60 por ciento de posibilidades de un aumento antes de 2018.
En opinión de este experto, es de esperar que “la Fed adopte un tono ligeramente menos blando de lo que los mercados están anticipando, lo que debería permitirle ajustar su orientación a futuro que allane el camino para una subida de tipos en diciembre”.
En AndBank destacan la mejora de los datos económicos en los últimos meses. Así, explican que desde la última reunión, los datos vienen al alza, “con clara mejora de las sorpresas macro y encuestas que apuntalan el crecimiento cercano”. Es más, explican que las últimas cifras ofrecen un respiro para la inflación tanto en tasa general, que ya están en el 1,9% como en la subyacente.
Así, en opinión de Janwillem Acket, economista jefe de Julius Baer “los últimos datos económicos permiten a la FED mantener una actitud de “esperar y ver” hasta que se observen fuerzas más potentes en la inflación en los próximos meses. Hasta que se produzca, esperamos dos subidas de un cuarto de punto cada una hasta finales de 2018, quizá una en diciembre y otra en junio”.