Para ellos, aunque esta fase de la economía está cronológicamente vieja, no hay ninguna razón para pensar que la expansión no pueda prolongarse.

Con todo, alertan de la necesidad de seguir siendo cautos porque “las correcciones no requieren una recesión para desencadenarse” y , eso sí, creen que los riesgos de que se produzca una son elevados. Quizá aunque solo sea porque desde junio de 2016 el mercado no se enfrenta con una caída superior al 5%.  Y en este contexto ellos creen que lo que hay que hacer es comprar en caídas.

Pero, ¿cuáles son los temas en los que el mercado va a tener su visión completamente concentrada en 2018?

El crecimiento global:  En opinión de estos analistas, 2018 se volverá a caracterizar por el crecimiento sincronizado en todas las zonas del mundo, al igual que ha pasado este año. Esperan una expansión económica global del 4% en términos reales “como este año, lo que sugiere que el año que viene también veremos sorpresas positivas en el consenso”.  Consideran que el mayor riesgo está en los países desarrollados, aunque quedaría compensado por los emergentes. Este entorno favorecerá activos procíclicos y podría elevar la inflación y la rentabilidad de los bonos.

Política monetaria de los bancos centrales de países desarrollados:  Consideran que en estos momentos no existe riesgo de recesión debido a la subida de tipos de interés en una fase avanzada del ciclo económico. Señalan que aunque la FED ha mostrado su interés de seguir subiendo los tipos, lo hará de forma cauta y paciente. “La última vez que el paro era tan bajo en Estados Unidos –octubre de 1999-, los tipos de interés estaban en el 5,25% y la FED estaba en camino de subir 125 puntos básicos más en un año. Los economistas del banco prevén nueve subidas de un cuarto de punto más hasta finales de 2019. A este ritmo, los tipos quedarían en el 3,25%.

Riesgo de mercado bajista: El S&P 500 está instalado en su quinta racha más larga desde 1929 sin una corrección de más del 5%.  “Los mercados están cómodamente instalados en un régimen de baja volatilidad desde mediados del año pasado, aunque cada vez hay más precondiciones para que se produzca un mercado bajista: valoraciones, desempleo, inflación… Tanto, que su equipo de renta variable considera que en estos momentos hay un 68% de posibilidades de que entremos en un mercado bajista en doce meses.

 

Mercado bajista

 

Espacio para más crecimiento en los mercados emergentes durante el próximo año.

China está gestionado bien su desaceleración:  “Creemos que este proceso está bien gestionado políticamente, lo que va a reducir los riesgos de un shock a los activos chinos, los precios de las materias primas y los temores de su impacto sobre el crecimiento global”.

Dólar: no consideran en el banco que las subidas de tipos de la FED  no se van a trasladar de inmediato en una revalorización del dólar en un entorno de crecimiento global.  

 

Dólar

 

Riesgos políticos en Estados Unidos: Habrá que estar muy atentos, dicen en la entidad, a lo que ocurra en el Congreso con la reforma fiscal de Trump, así como a su política  comercial.  “Si la reforma fiscal falla, será el segundo fallo importante durante el primer año de Trump en el gobierno”.  Señalan que  en ese caso, “los ratings de aprobación comenzarían a caer, con lo que la administración del presidente tendría presiones para hacer algo antes de las mid-elections y eso podría traducirse en algo en el ámbito comercial o de política internacional”.

Primas de los bonos:  afirman que con la mayor expansión económica, el aumento de los salarios y el incremento de los precios de las materias primas, los bancos centrales no van a tener la intención de subsidiar más los riesgos de la duración de los bonos.

Europa se prepara para la marcha de Draghi: en su opinión, será un año importante de cambios en el liderazgo europeo, justo en el momento en el que el BCE ha iniciado el tapering. Mario Draghi culminará su mandato en 2019.  Esto coincidirá con un momento no especialmente fácil para Europa, que sigue inmerso en las negociaciones del Brexti, las elecciones italianas, la falta de formación de gobierno en Alemania y las tensiones en Cataluña.

 

Crisis

 

Desequilibrios de la fase final del ciclo: la iliquidez –dicen- es el nuevo apalancamiento de este ciclo.  Señalan que en el último ciclo, la búsqueda de rentabildad llevó a un exceso de endeudamiento. “Esta vez, la iliquidez es el nuevo endeudamiento, ya que los inversores han buscado retornos en activos como el private equity, la deuda privada o el direct lending”.  Con todo , señalan que “esto no implica que los activos ilíquidos van a generan la nueva crisis”