BANCO SANTANDER
La semana pasada Santander acumuló varias sesiones de caídas y un descenso semanal del 4% que le llevó a perforar la directriz alcista que ha venido guiando sus avances desde la ampliación de capital de enero. Además, los continuos máximos decrecientes nos dejan una figura de triángulo rectángulo descendente, formación chartista que suele romper a la baja. Por ello, será clave ver la resolución que se produzca en el corto plazo, si Santander pierde los 6,50 euros, se confirmará la figura y además perforará la zona de 50% de Fibonacci, por lo que podría caer hasta los 6,3 euros. Ojo con este precio, porque por él pasa la directriz bajista de largo plazo, es el 38,2% de Fibonacci y también el origen del hueco bajista que dejó la ampliación de capital. Por tanto, zona de vital importancia.
En cambio, si Santander logra aguantar sobre los 6,50 euros, podría luchar por recuperar la directriz alcista y subir hasta los 6,7 euros, zona de 61,8% de Fibonacci. Romper este nivel sería una muy buena señal para entrar con mirar a alcanzar los máximos históricos en los 7,5 euros.
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BBVA
El aspecto técnico de BBVA no es tan malo como el de su ‘gemelito’, ya que no ha perforado niveles técnicos relevantes. Sin embargo, a largo plazo el valor también presenta una formación de triángulo rectángulo descendente con implicaciones bajistas. En el caso de BBVA la zona de suelo del triángulo y nivel a vigilar de cerca son los 9 enteros. Si el banco perfora este nivel podría ir a apoyarse a los 8,6 euros, nivel que coincide con el retroceso de 61,8% Fibonacci de toda la caída que experimentó entre los máximos históricos de 2007 y los mínimos históricos de 2009. Aun así, BBVA seguiría salvando la directriz alcista de largo plazo que nació en julio de 2013 y que pasa por los 8 euros.
Si finalmente BBVA escapa de la