El mercado descuenta que el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) tomará la decisión de subir los tipos de interés. Será la tercera vez en algo más de un año (desde diciembre de 2015) y se consolida el camino de la normalización monetaria que indica una cierta esatabilidad de la situación económica de Estados Unidos.

 
Y quizá no sea de extrañar, a tenor de los últimos datos macro conocidos. Si la FED solo tuviese en cuenta sus dos mandatos: inflación y empleo, los miembros de la institución deberían tomar esa decisión con los ojos cerrados. En estos momentos, la subida interanual de los precios es del 2,5% y la tasa de paro está en el 4,7%.

Inflación

 
Por si fuera poco, los salarios seguían subiendo en enero a ritmos del 2,8% interanual, muy cerca del rango 3-3,5% que los  economistas marcan como indicios de una economía saludable.

Se estabiliza la subida de tipos

 
La subida está tan descontada por el consenso que “si la FED retrasa demasiado la subida de tipos, esto podría dar una señal negativa al mercado, ya que puede ser un indicativo de que la institución no confía lo suficiente en la capacidad de la economía de EE.UU. como para soportar un aumento en las tasas”, según María Cabrita, analista de Orey Financial.
 
Poco a poco los expertos han comenzado a actualizar al alza sus previsiones de subidas de tipos este año. Si hasta hace unas semanas esperaban dos alzas de un cuartillo de punto, son muchas firmas las que consideran que este año podría haber tres; es decir, dos más además de esta de octubre.
 
Más allá de la subida, ¿a qué habrá que vigilar del comunicado y la posterior rueda de prensa de la presidenta de la FED, Janet Yellen?
 
Anna Stupnytska, economista Global en Fidelity International, señala que “los comentarios sobre las perspectivas y los cambios en las previsiones de los participantes (los famosos ‘puntos’) serán determinantes. Durante el mes pasado, la inflación subyacente mostró especial fortaleza y, en este sentido, si vemos una continuación de las presiones sobre los precios o un retroceso, también será importante para calibrar si la FED va a tener que subir tipos con mayor rapidez de lo que se preveía anteriormente”.
 
En opinión de esta experta, por el momento, “los datos de crecimiento e inflación de EE.UU. se mueven de forma que la institución puede subir tipos ‘de forma oportunista’ cuando las condiciones externas y los mercados financieros muestren un buen tono. La aceleración de la inflación llevaría a la entidad a pensar que van ‘por detrás de la curva’ y que tal vez va a tener que subir tipos en condiciones menos favorables”. Éste, de hecho, va a ser uno de los riesgos a los que podría tener que enfrentarse la economía y los mercados a partir de ahora.

El consenso espera que la economía del país crezca alrededor de un 2% este año, por encima del 1,6% de 2016 gracias a la mejora de los beneficios de las compañías y de los salarios. Esta previsión tiene en cuenta las medidas fiscales expansionistas que aún no ha anunciado Donald Trump, así como su programa de infraestructuras. Teniendo en cuenta esto, el profesor de CUNEF, Carlos Salvador, señala que “una demora en la decisión de subir los tipos de interés de referencia podría provocar un sobrecalentamiento de la economía y con ello, afectar negativamente a la estabilidad financiera y la estabilidad de los precios”.
 
Si tenemos en cuenta la trayectoria de Janet Yellen en sus comparecencias, no parece muy probable que la presidenta de la institución vaya a dar muchas pistas sobre lo que piensa sobre el nuevo gobierno y sus nuevas políticas. Por eso los expertos creen que hay que vigilar muy de cerca el llamado “gráfico de puntos”, en el que se ve cuáles son las estimaciones de tipos de los miembros de la FED para los próximos meses y años.

Gráfico de puntos de diciembre

Gráfico de puntos

Como explican en JP Morgan “esperamos que en su gráfico de “puntitos”, la mediana de las estimaciones apunte a cuatro subidas de tipos en el 2017 (desde tres en las estimaciones anteriores de diciembre, y para ello hace falta que por lo menos 4 de los miembros del comité se sumen a esperar cuatro subidas en el 2017), y otras tres subidas para el 2018 (con algo de riesgo de que incluso sean cuatro), para alcanzar el nivel de tipos de equilibrio en el 2019, que posiblemente dejen sin cambios al 3%”.
 
Por otro lado, en la entidad creen que también veremos una actualización al alza de las estimaciones de crecimiento para este año y el que viene “2,2-2,3% y 2,1-2,2%,  respectivamente. Aunque hay riesgo de que revisen sus estimaciones de desempleo a la baja, posiblemente las dejen sin cambios. También puede que revisen ligeramente al alza las estimaciones de inflación, con una inflación PCE general y subyacente alcanzando el 2.0% y el 1.9% respectivamente en el 2017, y será interesante si llevan a colocar alguna estimación de inflación por encima del 2.0% para el 2018 o 2019 (que implicaría que hay una mayoría de miembros del Comité esperando “overshooting” en la inflación”.
 
Habrá que ver también si Yellen se anima a hablar de su posible sucesor en el puesto, ya que su mandato expira a principios del año que viene y su sintonía con Trump (al menos desde el lado del nuevo presidente), parece mejorable.
 
Por otro lado, a nadie se le escapa que la normalización monetaria no es el último paso a la salida de estas políticas expansivas y poco convencionales de la FED. Queda pendiente saber cuándo se va a reducir el balance de la institución que supera ya de largo los 4,3 billones de dólares.   Por el momento se sigue invirtiendo el principal de los bonos que vencen en nuevos títulos, con lo que el tamaño del balance se mantiene y sube cada mes.
 
En Citi, una de las firmas que esperan más de la FED consideran que este año se subirán tres veces y que la reunión de diciembre podría servir para elevar el precio del dinero una cuarta vez y, si es necesario, anunciar la reducción del balance. Pero por ahora habrá que esperar a ver qué nos depara la reunión de esta tarde.
 
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