Sin embargo, a pesar de las subidas en lo que va de año, su tendencia tanto a medio como largo plazo es bajista.
El oro cayó un 28% en 2013, poniendo fin así a una racha de subidas que duraba ya 12 años. Los descensos del precio del metal precioso comenzaron cuando la Reserva Federal comunicó que ese año comenzaría el tapering que podría fin a la política de estímulos monetarios.
En lo que va de año, sin embargo, el precio del oro sube más de un 7% y en estos momentos sigue moviéndose en los entornos de los 1.300 dólares la onza, aunque hoy está algo por debajo. Algunos expertos afirman que esta tendencia está apoyada en el aumento de la demanda en India y, sobre todo, a las tensiones en Ucrania. Justo las tensiones geopolíticas han provocado que el metal vuelva a convertirse en un activo refugio para los inversores.
Sin embargo, la mayor parte de los expertos señala que esta tendencia no tendrá mucho recorrido y que las caídas terminarán por llegar. Eso es, precisamente, lo que también reflejan los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión.
En concreto, este conjunto de indicadores otorga al oro una puntuación de 2 en una escala que va del 0 al 10. Esta puntuación significa que el precio del metal precioso está en fase bajista y que su tendencia será la misma tanto a medio como largo plazo.
Apenas un par de consideraciones positivas en su aspecto, la volatilidad. Según este conjunto de indicadores será el Momento Total Largo el que es positivo.
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