El presidente y consejero delegado de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha destacado este lunes la importancia de alcanzar un acuerdo con Air Europa que permita la creación de un gran operador en Barajas que le permita competir a nivel global como un gran 'hub'.
Durante su intervención en el Foro de Aviación y Turismo organizado por Ciudadanos y el eurodiputado José Ramón Bauzá este lunes en Madrid, Sánchez-Prieto ha reivindicado el aeropuerto de Barajas como nexo de unión entre continentes, ya que dispone de una posición geográfica privilegiada y una infraestructura adecuada.
No obstante, ha abogado por mejorar la interconexión en el aeropuerto de Madrid, en concreto potenciando su conexión ferroviaria directa.
Asimismo, ha indicado que al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas le "falta" el desarrollo de la carga aérea, "muy importante para soportar el negocio" y una actividad "menos estacional", por lo que ha defendido que el aeropuerto necesita desarrollar más ese ámbito. En este sentido, ha incidido en la necesidad de disponer de un operador que sea capaz de desarrollar la actividad en Barajas como 'hub', momento en el que ha señalado que la adquisición de Air Europa es "necesaria para tener ese operador que permita" desarrollar esa actividad.
Asimismo, ha comentado la mala conexión que tiene el aeropuerto con Asia, algo que debe mejorar para mantener la competitividad, sobre todo teniendo en cuenta que el futuro del turismo estará "en el sureste asiático", donde el auge de las clases medias derivará en millones de turistas nuevos.
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que ha inaugurado el acto, ha mostrado su determinación por que el aeropuerto de Barajas se convierta en un gran centro de conexiones aéreas y ha transmitido su apoyo al sector aéreo como motor de "prosperidad".
Por otro lado, Sánchez-Prieto ha indicado que la pandemia ha sido una "demostración de la ceremonia de la confusión", con una gran descoordinación entre países y "una locura", en la que la compañía que dirige ha "palmado mucho dinero".
No obstante, pese a quejarse de no haber recibido ayudas directas, ha resaltado que el mecanismo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha funcionado "muy bien".
El vicepresidente de Qatar Airways, Paul Robert Starrs, ha coincidido en la mala gestión durante la pandemia y ha lamentado que hay ciertos tipos de viajes, como los corporativos, a los que les va a costar más volver, porque ha cambiado la forma de hacer los negocios pasando a las reuniones telemáticas. "Es terrible", ha resumido el directivo, incidiendo en que si esta forma de trabajo telemática se mantiene los viajes de negocios tardarán en volver.
LA GUERRA EN UCRANIA PROVOCA HASTA CUATRO HORAS MÁS DE VUELO
Tras la crisis del coronavirus, Sánchez-Prieto considera que no se ha recuperado la calma y que sigue siendo "un mundo turbulento", en especial por el conflicto bélico en Ucrania, que incrementa los vuelos internacionales que atraviesan la zona en hasta cuatro horas y con el combustible marcando records de precio.
Aún así, ha lanzado un mensaje de "optimismo", subrayando que la demanda "vuelve súper rápido", que la gente "quiere salir, quiere viajar", ya que "hemos conocido un mundo sin viajar y no nos ha gustado".
Por su parte, el director general de la Asociación Internacional de Aviación Civil (IATA, por sus siglas en inglés), Willie Walsh, ha calificado de "terrible" lo que está ocurriendo en Ucrania y ha resaltado que existe un "desafío" en cuanto a si la industria será capaz de absorber el coste adicional del petróleo, esgrimiendo que no cree "que sea posible".
Asimismo, ha señalado que el conflicto tendrá impacto en la demanda y, sobre todo, en los tiempos de vuelo, ya que el espacio aéreo de Rusia y de Ucrania está cerrado y, al igual que Sánchez-Prieto, ha subrayado que el tiempo de vuelo entre Europa y Asia se ha incrementado en unas cuatro o cuatro horas y media.
Por último, los tres ejecutivos de la aviación han coincidido en que el sector debe apostar y transformarse hacia la sostenibilidad a través de aviones más eficientes pero, sobre todo, a través de combustibles de aviación sostenibles (SAF), por sus siglas en inglés.