Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.392 millones de euros en el primer trimestre del año, tras disparar sus ganancias un 115% con respecto a los 648 millones del mismo periodo del ejercicio anterior, impulsado por el alza en los precios de los hidrocarburos, que escalaron a máximos desde 2008, informó la compañía.
El contexto alcista en los precios de los hidrocarburos, ya en una clara recuperación desde 2021 y agudizada por el estallido de la guerra en Ucrania, ha llevado a un crudo Brent cotizando a una media de 102,2 dólares por barril en el trimestre, frente a los 61 dólares del mismo periodo del año, mientras que el gas Henry Hub se pagó a una media de cinco dólares por MBtu, cerca del doble que hace un año, cuando cotizaba a 2,7 dólares.
El resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 1.056 millones de euros en el primer trimestre de 2022, frente a los 471 millones de euros del mismo periodo de 2021, impulsado por el comportamiento del área de Exploración y Producción.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que estos resultados "demuestran la fortaleza" del modelo de negocio integrado del grupo y "la acertada senda" de su plan estratégico. "En 2022 vamos a continuar avanzando en nuestra transformación y en nuestros objetivos de descarbonización, aportando valor a nuestros accionistas y demostrando responsabilidad a la hora de suministrar energía a los clientes", añadió.
Por su parte, el flujo de caja operativo de la compañía se situó a marzo en 1.091 millones de euros, por encima también del registrado en el primer trimestre de 2021. Excluyendo el fondo de maniobra, este número se incrementa hasta los 3.064 millones de euros, con una subida 1.437 millones respecto a la cifra comparable del mismo periodo del año anterior.
En lo que respecta a la deuda neta del grupo presidido por Antonio Brufau, a cierre de marzo era de 5.900 millones de euros, ligeramente superior a la cifra de finales de diciembre, cuando ascendía a 5.762 millones, debido, principalmente, al incremento del circulante derivado de la fuerte subida de precios de las materias primas.
LIQUIDEZ DE MÁS DE 9.800 MILLONES Y MEJORA DE DIVIDENDO.
Mientras, la liquidez de la compañía se situó en 9.823 millones de euros, suficiente para cubrir 3,5 veces los vencimientos de deuda a corto plazo, por encima de las 2,95 veces del cierre de 2021.
La fuerte generación de caja se ha reflejado, desde el pasado ejercicio, en una mejora de la retribución a los accionistas, que el pasado 11 de enero recibieron un dividendo bruto de 0,30 euros por acción.
Adicionalmente, el consejo de administración ha propuesto a la junta general ordinaria de accionistas, que se celebra el próximo 6 de mayo, una mejora del dividendo en efectivo de un 5%, hasta los 0,63 euros por acción, junto con una reducción del capital social, mediante amortización de 75 millones de acciones propias, representativas aproximadamente del 4,91% del capital social de Repsol.
En este entorno y según lo establecido por su plan estratégico para aportar valor a los accionistas, la energética llevó a cabo un programa de recompra de acciones que supuso la adquisición de 11,6 millones de títulos.
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