"Creemos que necesitamos un tope en toda la Unión Europea para que los precios del gas vuelvan al menos a los niveles de precios anteriores a la crisis", han asegurado Ignacio Galán (Iberdrola), Francesco Starace (Enel) y Jean-Bernard Lévy (EDF) en una carta conjunta publicada en el medio 'Politico'.
En este sentido, los tres ejecutivos han criticado que, en la actual crisis de precios de la energía, se hayan producido diversas intervenciones en el mercado de la electricidad pero no en los mercados de gas, que son el principal motor de los precios de los primeros.
Así, Galán, Starace y Lévy consideran que los "cambios mal concebidos" en el diseño del mercado de la electricidad o la "captación de beneficios adicionales inexistentes" no serán una verdadera solución a la crisis energética. "Hay que desarrollar mercados a plazo líquidos y señales de precios a largo plazo que desempeñen un papel mayor, ayudando a cubrir riesgos y facilitando las inversiones", han explicado.
En todo caso, han alertado de que cualquier solución que se proponga, se debe aplicar por igual al conjunto de los Veintisiete, ya que las intervenciones descoordinadas entre países "distorsionan y acaban destruyendo" el mercado eléctrico integrado.
"El objetivo de Europa a largo plazo sería ser completamente independiente de los combustibles fósiles. Pero a corto y medio plazo Europa debe ser autosuficiente y evitar quedar expuesta a posibles interrupciones de un único proveedor", han alertado.
Consejo Europeo
Las propuestas de los consejeros delegados de tres de las principales energéticas del bloque comunitario se producen justo un día antes de que arranque en Bruselas la reunión del Consejo Europeo del jueves y el viernes, con la energía como uno de los principales puntos de la agenda.
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles limitar los precios en el mercado mayorista de electricidad como una de las opciones posibles para atajar el alza de los precios de la electricidad, por ejemplo con compensaciones a los operadores eléctricos o interviniendo directamente para fijar un techo con precios de referencia.
En concreto, la propuesta plantea entre las alternativas para limitar los precios el asignar una compensación económica a las empresas generadoras de electricidad por los altos precios de los combustibles fósiles, de forma que puedan cubrir la diferencia entre los costes de generación y los precios de referencia.
La idea de intervenir para poner techo a los precios máximos de la luz, que reivindica España y apoyan países del sur como Portugal y otros como Bélgica, genera las mayores diferencias con otros gobiernos europeos, como Alemania o Países Bajos, que defienden que hay mecanismos en el sistema actual.