Los banqueros centrales de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se han mostrado confiados este viernes en que lograrán subir de forma acelerada los tipos de interés para frenar la inflación al tiempo que evitan sumir al país en una recesión.
Así se han expresado este viernes miembros de la Fed, que el miércoles acordó subir el precio del dinero en 75 puntos básicos y anticipó una posible subida de igual magnitud en julio.
El presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, ha afirmado este viernes en una conferencia en Barcelona que tanto la Fed como el Banco Central Europeo (BCE) tienen una "considerable credibilidad" hoy en día, por lo que un "aterrizaje suave es factible" en ambas economías.
El banquero central ha explicado que los niveles actuales de inflación son similares a los registrados en la década de 1970, pero que el periodo de ajuste monetario en esa época fue "costoso" porque no era "creíble" en un primer momento. En aquellos años, el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, tuvo que ganarse la credibilidad.
En líneas similares se ha expresado el presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari. En un post publicado en la web del Banco, ha asegurado que el periodo de endurecimiento monetario de los 70 no es "particularmente relevante", porque en esos años la Fed tuvo que implementar su propia credibilidad para atajar la inflación, por lo que el endurecimiento requerido fue mayor.
Kashkari, que apoyó el alza de tipos de 75 puntos básicos, ha indicado que podría apoyar otro incremento similar en julio, pero ha pedido cautela más allá de eso. "Una estrategia prudente podría ser, después de julio, simplemente seguir con subidas de 50 puntos hasta que la inflación esté en un buen ritmo de descenso", ha apostillado.
En la reunión del miércoles de la Fed, la única persona que votó en contra del alza del precio del dinero de esa magnitud fue la presidenta del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, Esther George, que consideraba que ese alza añadía más incertidumbre.
En un comunicado explicando su voto discrepante, George ha indicado este miércoles que está a favor de subir tipos y reducir el balance de la Fed. "Pero la velocidad a la que ajustamos nuestra política es importante", ha matizado, debido al decalaje con el que opera la política monetaria.