Los inversores expertos con un elevado patrimonio saben que la renta variable puede ser un instrumento arriesgado a corto plazo, pero que, a diferencia de otros tipos de inversión, puede contribuir al crecimiento de la cartera a largo plazo. Los inversores con un patrimonio superior a 350 000 euros pueden explorar opciones más allá de los bienes raíces en esta guía y actualizaciones periódicas en la que explica 7 secretos de inversión.
Históricamente, la renta variable ha ofrecido una mayor rentabilidad a largo plazo en comparación con la inversión inmobiliaria. El crecimiento medio anual de los mercados bursátiles ha sido de entre el 7 % y el 10 %, mientras que la rentabilidad del mercado inmobiliario tiende a ser más modesta, aproximadamente entre el 3 % y el 5 % anual. Si el inversor está dispuesto a asumir más riesgo para proteger su patrimonio, la renta variable puede ofrecer un mayor crecimiento de capital.
Con 350 000 euros, un inversor puede diversificar fácilmente su cartera en diferentes sectores, industrias y países a través de la renta variable. Esto puede reducir el riesgo de concentración. En cambio, si invierte esa misma cantidad en una o dos propiedades inmobiliarias concentra el riesgo en un solo tipo de activo y en una ubicación geográfica. Esto puede hacerlo más vulnerable a crisis locales, fluctuaciones de precios y problemas relacionados con la propiedad.
Descubra aquí la guía 7 secretos de inversión para inversores con altos patrimonios y actualizaciones periódicas
Si hablamos de disponibilidad, la renta variable es frecuentemente mucho más líquida que el mercado inmobiliario. Las acciones se pueden vender en cualquier momento en las bolsas de valores, lo que le permite convertir su inversión en efectivo rápidamente. Por el contrario, vender una vivienda puede llevar meses o incluso años, dependiendo del mercado inmobiliario en ese momento. Además, los costes de transacción en la venta de una propiedad (como impuestos, comisiones de agentes inmobiliarios, etc.) son mucho más altos que en la venta de acciones.
Con la renta variable, un inversor puede optar por diferentes estrategias de inversión y ajustarlas según su perfil de riesgo y horizonte temporal. Además, puede realizar ajustes rápidos según las condiciones del mercado. La vivienda, por el contrario, es una inversión más estática que depende en gran medida de la apreciación del valor del inmueble o del alquiler.
Gran parte del éxito de la mayoría de los inversores con un elevado patrimonio deriva del asesoramiento profesional que reciben para gestionar sus inversiones. Es importante que conozca su situación personal, que se ponga en contacto con usted de forma periódica para mantenerle al día sobre las perspectivas del mercado y que pueda responder a cualquier pregunta que pueda tener.
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