Los países más pobres tienen un efecto "insignificante" en el déficit comercial de Estados Unidos y deberían quedar exentos "del dolor de los aranceles", según ha defendido Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).

"Estos países realmente no contribuyen al déficit comercial de Estados Unidos", ha subrayado Grynspan en una entrevista publicada por Unctad, donde recuerda que la mayoría de las exportaciones que envían a Estados Unidos son materias primas y no compiten con Estados Unidos ni suponen una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU., sino que ayudan en los procesos de producción.

"Así que, tal vez desde el principio podamos ahorrarles la molestia de entrar en acuerdos y negociaciones bilaterales, y ahorrarles el dolor de los aranceles", ha comentado.

En este sentido, si bien como organización Unctad no toma parte en las negociaciones comerciales, ya que éstas tienen lugar en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha expresado la disposición de la organización a ayudar a los países en desarrollo a conseguir un mejor trato en el comercio y a que sus economías obtengan mejores resultados a nivel mundial.