El número de oficinas bancarias en España se situó en 19.015 al cierre de 2021, lo que supone el cierre de 3.288 sucursales en un año (-14,7%) y de 4.900 en comparación con finales de 2019 (-20,4%), antes de la irrupción de la pandemia del coronavirus, según los últimos datos publicados por el Banco de España.
Esto supone que las entidades financieras han eliminado una de cada cinco oficinas que tenían en diciembre de 2019, antes de la irrupción de la pandemia del coronavirus, situando su red en España en su nivel mínimo desde septiembre de 1976. Además, representa una caída del 58,8% respecto al máximo histórico de 46.118 sucursales que existían en septiembre de 2008.
Este recorte de oficinas tiene lugar en un escenario de márgenes bancarios comprimidos por el entorno de tipos de interés negativos y el aumento de la competencia ante la llegada de nuevos operadores tecnológicos.
Así, las principales entidades financieras han incidido en la reducción de costes y ganancia de eficiencia, adaptándose además a las nuevas tendencias de relación de los clientes con los bancos, cada vez acuden menos a la oficina y utilizan más los canales digitales, una situación que se ha visto acelerada por la pandemia del Covid-19.
Para ello, las principales palancas que han utilizado las entidades financieras en los últimos años han sido la inversión en tecnología, la redimensión de la red de oficinas y los procesos de fusión, como los de CaixaBank-Bankia, Unicaja-Liberbank o Abanca-Banco Caixa Geral-Bankoa-Novo Banco, que han venido acompañados de reestructuraciones de plantilla y oficinas.
Así, la mayoría de medianas y grandes entidades españolas llevaron a cabo Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España en 2021.
Según los datos recopilados por Europa Press, Banco Santander cerró 992 oficinas en España en 2021, CaixaBank clausuró 943, BBVA cerró 587, Sabadell bajó la persiana a 326 sucursales, Unicaja redujo su red en 156 oficinas, Ibercaja cerró 117 centros y Abanca recortó 18 oficinas. Bankinter no hizo ningún ajuste.