Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.058 millones de euros en el primer trimestre del año, un 3% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por sus negocios internacionales, especialmente Estados Unidos y Brasil, informó la compañía.
La energética indicó que sus ganancias se vieron lastradas por el negocio en España, donde su beneficio registró una caída del 29%, hasta los 337 millones de euros, menos de un tercio del total del grupo, afectado por los altos precios de la energía que no ha traspasado a sus clientes a precio fijo acordados previamente.
En este sentido, señaló que el 80% de la energía vendida a sus clientes de mercado libre está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola a marzo creció un 5%, hasta los 2.951 millones de euros, gracias a ese buen comportamiento de sus negocios internacionales.
Con estos números hasta marzo, la compañía ratificó su previsión de beneficio neto para este ejercicio entre 4.000 y 4.200 millones de euros y un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción.
Por negocios, el área de redes creció un 20% en este periodo, hasta los 1.587 millones de euros, mientras que el negocio de producción de energía y clientes cayó un 6,8%, hasta los 1.360 millones de euros, afectado principalmente por los altos precios de la energía, la baja producción renovable y la parada no programada de la planta nuclear de Cofrentes -ya solucionada-, que forzaron a la compra de energía en el mercado de casi 4,5 teravatios (TWh).
MÁS DE 2.100 MILLONES DE INVERSIONES EN EL TRIMESTRE.
Las inversiones del grupo en el periodo superaron los 2.100 millones de euros, sumando casi 10.000 millones en los últimos doce meses. El 91% se destinaron a la nueva capacidad renovable y a redes inteligentes. Un 80% de la inversión se ha dirigido a mercados internacionales, destacando Estados Unidos (32%), Brasil (18%), Reino Unido (15%) y otras áreas geográficas internacionales (14%).
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, consideró que la actual crisis en el mercado energético "demuestra la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar la autonomía energética en Europa y descarbonizar nuestra economía". "Para ello, se necesitan soluciones basadas en el marco europeo y en un diálogo continuo entre los agentes y las administraciones", dijo.
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