El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha expresado su confianza en que la tasa de inflación de la eurozona comenzará a moderarse en el último trimestre del año, que cerrará en niveles próximos al 6%, frente al 8,1% registrado en mayo.
"En los próximos meses creo que es claro que tendremos alta inflación, que empezará a disminuir en el último trimestre y cerrar alrededor del 6%", ha señalado Guindos en un coloquio organizado por UBS. "No es el marco ideal para la política monetaria", ha admitido.
En este sentido, ha defendido que, mientras que se ha registrado un incremento de las expectativas de inflación para la eurozona, estas aún no se han desanclado, señalando que para 2024 las previsiones apuntan a una tasa levemente por encima del objetivo de estabilidad a medio plazo del 2%.
"Mi preocupación es sobre los efectos de segunda ronda", ha advertido Guindos, señalando que se han empezado a ver demandas de subidas salariales que pueden acabar haciendo más persistente la inflación, lo que provocaría una reacción diferente de la política monetaria que si la evolución salarial avanza de acuerdo con la estabilidad de precios a medio plazo.
"Tenemos que ser muy cuidadosos, de momento la situación es moderada, pero evitar esta espiral es crucial", ha subrayado.