El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves continuar con su política de estímulos y no cambiar ni una coma de parte del comunicado que ha lanzado este jueves frente al anterior Consejo de Gobierno. El organismo monetario no teme a la inflación por la mejora de las perspectivas de crecimiento, según se vislumbra de las decisiones tomadas este jueves. La inflación ha alcanzado en junio en la eurozona máximos de casi tres años.
Los tipos de interés de referencia para sus operaciones de financiación, por su parte, que se sitúan en el mínimo histórico del 0%, permanecen sin cambios.
"El Consejo de Gobierno continuará realizando compras de activos netos en el marco del Programa de Compras de Emergencia contra la Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), con una dotación de 1,85 billones de euros hasta al menos finales de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que juzgue que la fase de crisis del coronavirus es encima", ha subrayado el organismo que encabeza Christine Lagarde a través de un comunicado.
"El Consejo de Gobierno espera que las compras netas en el marco del PEPP durante el próximo trimestre continúen a un ritmo significativamente más elevado que en los primeros meses de este año", añade el texto.
Una parte de los mercados esperaba que en esta nueva reunión del Consejo de Gobierno del BCE se procediese a reducir de manera progresiva el PEPP, equipado con 1,85 billones de euros hasta marzo de 2022. Sin embargo, la decisión tendrá que esperar.
El sector más ortodoxo del supervisor, partidario de no alargar más estos estímulos, alertaba del incremento de los precios en junio, que llegaron hasta el 2 % en la eurozona, alcanzando máximos de casi tres años. Lagarde, como la Reserva Federal de EEUU, confía en que este aumento será temporal.
Sube seis décimas el crecimiento previsto
El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la economía de la zona del euro crecerá este año un 4,6%, seis décimas más frente al 4% que había pronosticado en marzo, dijo este jueves en rueda de prensa su presidenta, Christine Lagarde, tras la reunión del Consejo de Gobierno.
Lagarde ha añadido que el BCE prevé un crecimiento del 4,7% en 2022 (un 4,1% pronosticado en marzo) y del 2,1% en 2023 (sin variación respecto a marzo).
El BCE pronostica también una inflación del 1,9% en 2021 (el 1,5% pronosticado en marzo), del 1,5% en 2022 (el 1,2% pronosticado en marzo) y del 1,4% en 2023 (el 1,4% pronosticado en marzo).
Por ello, el Consejo de Gobierno espera que "la actividad económica se acelere en la segunda mitad del año en la media que se levantan las medidas de confinamiento". Lagarde explicó que son más optimistas respecto al crecimiento que hace unos meses.
La presidenta del BCE dijo que "tras la contracción en el primer trimestre del año, la economía de la zona del euro se reabre gradualmente en la medida que la pandemia mejora y las campañas de vacunación progresan significativamente".
"Los últimos datos señalan una recuperación en la actividad de los servicios y que se mantiene el dinamismo en la producción manufacturera", apostilló Lagarde.
Serán cruciales para la recuperación el repunte del gasto del consumidor, la fuerte demanda global y las políticas presupuestarias y monetarias expansivas, según la presidenta del BCE.