Tesla ha decidido suspender el uso del bitcoin para comprar sus vehículos debido al impacto que esta criptodivisa tiene en el clima, según comunicaba ayer su presidente ejecutivo, Elon Musk en un tuit, revirtiendo la postura de la compañía ante las protestas de algunos ambientalistas e inversores.
El bitcoin, la moneda digital más importante del mundo, llega a caer más de un 8%, perdiendo el nivel de los 50.000 dólares. La decisión de Tesla se produce después de que e febrero el fabricante de vehículos eléctricos decidiera comprar 1.500 millones en la criptomoneda e informar de la aceptaría como pago por automóviles, generando un alza aproximada de un 20% en la moneda digital.
En marzo, Musk dijo que los clientes de Tesla ya podrían comprar sus vehículos eléctricos con bitcoin. Sin embargo, ayer afirmó que su compañía no aceptaría pagos con bitcoin, al menos hasta que la minería sea más sostenible. "La criptomoneda es una buena idea en muchos niveles y creemos que tiene un futuro prometedor, pero esto no puede tener un gran coste para el medioambiente", dijo.
Los bitcoin se obtienen cuando ordenadores de alta potencia compiten con otras máquinas para resolver complejos acertijos matemáticos, un proceso que consume mucha energía y que en la actualidad a menudo se basa en la electricidad generada con combustibles fósiles, particularmente carbón.
Al ritmo actual, la "minería" de bitcoin consume aproximadamente la misma cantidad de energía anualmente que los Países Bajos en 2019, según los últimos datos disponibles de la Universidad de Cambridge y la Agencia Internacional de Energía.
"Por supuesto, estamos muy preocupados por el nivel de emisiones de dióxido de carbono generadas por la minería del bitcóin", dijo en febrero Ben Dear, director ejecutivo de Osmosis Investment Management, un inversor sostenible que gestiona alrededor de 2.200 millones de dólares en activos que tiene acciones de Tesla en varias carteras.