Las cuentas reflejan las 3 grandes líneas básicas que guían a nuestro grupo:
- Focalización en las actividades donde tenemos un diferencial por capacidad de gestión, tecnología e innovación;
- Aumento de escala en los mercados en los que somos referenciales con nuevos proyectos
- Asegurar la sostenibilidad priorizando la rentabilidad frente al volumen y mediante el control financiero, la gestión de riesgos y la reducción de la deuda.
Respecto de la mejora de los resultados, Sacyr mantiene en 2017 un crecimiento de dos dígitos (16%) del EBITDA, apoyado principalmente en el desempeño de las áreas de Concesiones, de Servicios y de Industrial. Construcción crece de forma sostenida en su actividad internacional, pero sufre la desaceleración de los mercados español y portugués.
La rentabilidad de Sacyr, es decir, el margen del EBITDA consolidado, se sitúa en el 12,5%, casi un punto porcentual por encima del obtenido hasta junio de 2016. Las cuentas semestrales reflejan que Sacyr es hoy una compañía global. En el primer semestre, casi el 60% de los ingresos provinieron de fuera de España.
En apenas tres años, el peso de los negocios internacionales ha crecido 14 puntos porcentuales. La cartera de ingresos futuros refleja también ese carácter internacional de la compañía y anticipa que, cada vez en mayor proporción, el negocio de Sacyr provendrá de fuera de España. La cartera superó en junio los 30.100 millones de euros tras crecer el 16% en solo un semestre.
Cerca de dos terceras partes es internacional. En los últimos meses, la compañía ha demostrado su capacidad de adjudicarse proyectos significativos en mercados estratégicos. Es el caso de la autopista Cúcuta-Pamplona en Colombia. Es nuestro cuarto proyecto concesional en el país y conlleva una inversión en construcción de casi 500 millones de dólares. Nos convierte en el primer operador del sector en Colombia, un país que está haciendo un tremendo esfuerzo por la modernización de sus infraestructuras y que cuenta con el respaldo financiero internacional.
Además, en el mes de julio firmamos la primera alianza público-privada de Sacyr en México para la rehabilitación y mantenimiento de la carretera Pirámides-Tulancingo-Pachuca. Este proyecto nos permite contar con una presencia más sólida en México, que se confirma como uno de nuestros mercados prioritarios. Los resultados del primer semestre también ponen de relieve la estricta disciplina financiera de Sacyr.
El endeudamiento a finales de junio era de 2.986 millones de euros, lo que representa una reducción del 20% respecto del cierre de 2016. En el último año hemos llevado a cabo varias actuaciones para limitar los riesgos de la volatilidad del precio del petróleo procedentes de nuestra participación en Repsol, que está situada en el 8%. Hemos cubierto con derivados esa participación, lo que nos permite:
- Limitar el impacto de las fluctuaciones del precio del crudo;
- Eliminar incertidumbres sobre garantías y refinanciaciones; mantener el potencial alcista de las acciones
- Disponer del sobrante del dividendo para la caja del grupo.
Este recorte es consecuencia, principalmente, de la estrategia de Sacyr de eliminar los riesgos asociados a la participación del 8% que ostenta en Repsol. En resumen, la evolución de la compañía en el primer semestre vuelve a poner de manifiesto que Sacyr tiene un sólido rumbo de crecimiento y capacidad, como dice nuestro lema, de convertir los retos en logros.