La inversión en materias primas ha sido durante siglos una forma de diversificar carteras, protegerse contra la inflación y aprovechar los ciclos económicos. Desde metales preciosos como el oro y la plata hasta materias primas agrícolas como el trigo y el maíz, este mercado ofrece múltiples oportunidades tanto para inversores principiantes como experimentados

Pero la pregunta es, ¿cómo podemos invertir en materias primas? Existen varios productos de inversión que lo hacen posible. Eso sí cada uno con sus características, ventajas y riesgos.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que existen dos tipos de materias primas, las duras y las blandas. Las materias primas duras incluyen productos como metales preciosos (oro, plata, platino), metales industriales (cobre, aluminio) y recursos energéticos (petróleo, gas natural). Mientras que las materias primas blandas son productos agrícolas como trigo, maíz, soja, algodón y café.

Invertir en materias primeras reduce el riesgo de una cartera al no estar directamente correlacionadas con activos como acciones o bonos. A su vez, suelen aumentar de precio durante períodos de inflación y con ello, los inversores pueden aprovechar los cambios en la oferta y demanda global para generar ganancias.

Productos de inversión para invertir en materias primas

Existen varias formas de exponerse a las materias primas, desde activos tradicionales hasta productos más sofisticados. Estos son los productos más importantes a tener en cuenta.

Acciones de empresas relacionadas con materias primas

Una forma indirecta de invertir es comprar acciones de empresas que operan en la extracción, producción o comercialización de materias primas. Por ejemplo, empresas como Barrick Gold o Rio Tinto producen oro, cobre u otros metales; compañías como ExxonMobil o BP están relacionadas con petróleo y gas; y empresas, como Deere & Company, producen maquinaria agrícola, o compañías de fertilizantes.

Invertir en estas empresas permite beneficiarse del crecimiento de la industria de materias primas, pero también implica riesgos, ya que el desempeño de estas compañías depende de otros factores, como su gestión y estructura financiera.

Fondos de inversión y ETFs de materias primas

Los fondos de inversión y los ETFs (fondos cotizados en bolsa) son opciones muy populares para los inversores que buscan una exposición diversificada a las materias primas.

Los ETFs de materias primas suelen replicar el precio de una materia prima específica o un grupo de ellas (como metales preciosos o energía). Algunos ejemplos son SPDR Gold Shares (GLD) para oro o United States Oil Fund (USO) para petróleo. Mientras que los fondos de inversión diversifican su cartera invirtiendo en una variedad de materias primas o en empresas del sector.

Estos productos permiten invertir sin necesidad de poseer físicamente la materia prima, lo que reduce costes de almacenamiento y transporte, claro está.

Contratos de futuros

Los futuros de materias primas son contratos financieros que permiten comprar o vender una materia prima a un precio determinado en una fecha futura. Este producto es ideal para inversores con experiencia, ya que conlleva un nivel de riesgo significativo debido a la volatilidad de los precios y el apalancamiento inherente.

Los futuros permiten invertir directamente en materias primas como petróleo, gas, trigo o incluso café, pero requieren una comprensión profunda del mercado y una gestión activa para evitar pérdidas significativas.

Materias primas físicas

Para quienes prefieren la posesión directa, la inversión en materias primas físicas es una opción, especialmente en el caso de metales preciosos como oro y plata. Estos activos son percibidos como refugios seguros en momentos de incertidumbre económica.

Sin embargo, esta forma de inversión tiene limitaciones ya que se necesita un lugar seguro para almacenar los bienes, no generan ingresos pasivos como dividendos o intereses y, además, comprar y vender materias primas físicas puede implicar comisiones altas.

CFDs sobre materias primas

Los Contratos por Diferencia (CFDs) son productos derivados que permiten especular sobre el precio de una materia prima sin necesidad de poseerla físicamente. Este instrumento es popular entre los traders que buscan aprovechar los movimientos a corto plazo en los precios.

Los CFDs, disponibles en plataformas como DEGIRO, ofrecen apalancamiento, lo que significa que puedes invertir una cantidad menor para obtener una exposición significativa. 

Criptomonedas respaldadas por materias primas

En los últimos años, han surgido criptomonedas vinculadas a materias primas, como tokens respaldados por oro o petróleo. Aunque todavía son productos emergentes, podrían ser una alternativa interesante para inversores tecnológicos.

La inversión en materias primas con DEGIRO

DEGIRO facilita la inversión en materias primas a través de diferentes productos como acciones, ETFs, futuros y CFDs. Con una interfaz intuitiva y comisiones competitivas, permite a los usuarios gestionar su cartera de manera eficiente y diversificada. Además, DEGIRO ofrece herramientas educativas y análisis que ayudan a los inversores a tomar decisiones informadas.

Por ejemplo, puedes utilizar DEGIRO para invertir en un ETF que siga el precio del oro o en acciones de compañías energéticas clave. La plataforma permite realizar operaciones de forma rápida y segura, convirtiéndose en una opción accesible tanto para principiantes como para inversores avanzados.

Antes de invertir en materias primas es recomendable entender las dinámicas del mercado y los factores que afectan a cada materia prima. Tampoco poner todo tu capital en un solo producto o sector y definir una estrategia clara y utiliza herramientas como stop-loss para limitar pérdidas.

¡Ojo! Plataformas como DEGIRO ofrecen recursos educativos para optimizar tus inversiones y facilitan el acceso a estos mercados, combinando simplicidad con una amplia gama de opciones.