Este evento deportivo se ha denominado ‘El mundial de la seguridad’, dado que Catar es un país especialmente seguro, y precisamente por este motivo se presupone una menor necesidad de efectivos policiales en su día a día. Ante la celebración de este evento masivo, que se desarrollará en 8 estadios deportivos con capacidad para albergar entre 80.000 y 40.000 personas, se han desplegado importantes medidas de seguridad:
- Puesta en marcha de la “Operación Escudo de la Copa del Mundo”, que integra a los cuerpos y fuerzas de seguridad de 13 países en el propio dispositivo policial internacional de seguridad por tierra, mar y aire.
- Asimismo, se ha incorporado el uso de drones y otras tecnologías destinadas a la mitigación de amenazas en el espacio aéreo.
- Adicionalmente, los hoteles han reforzado sus medidas de seguridad ante los posibles robos que podrían ocurrir dirigidos contra bienes de gran valor de los huéspedes. A modo de ejemplo, la federación inglesa de fútbol ha instado a los acompañantes de los futbolistas a adoptar medidas de autoprotección frente al potencial robo de sus objetos de valor, además de contratar seguridad privada para minimizar la materialización de este riesgo.
La Unidad de Inteligencia y Prospectiva de Prosegur señala tres grandes amenazas que pueden repercutir sobre la seguridad del evento:
- Afluencia masiva en los estadios y alrededores. Los analistas señalan especial riesgo en el acceso a los estadios en los que van a disputarse los partidos. Es probable que media hora antes del inicio de cada partido – coincidiendo con el cese de la venta de alcohol por parte de entidades autorizadas – los accesos presenten aglomeraciones que potencien el riesgo de intrusiones, avalanchas y actos vandálicos derivados de la tensión entre aficionados
- Incremento de la criminalidad patrimonial. Ante la llegada de aficionados internacionales y la gran afluencia de personas por la vía pública, en hoteles y en establecimientos comerciales, se subraya el probable incremento de hurtos, especialmente en localizaciones como fan zone, inmediaciones de estadios deportivos y lugares de concentración. Asimismo, el uso obligatorio de la aplicación móvil para el acceso conlleva una serie de riesgos tecnológicos, como estafas asociadas a la venta online, hackeo de dispositivos y uso indebido de datos personales. A su vez, el requerimiento de mostrar las entradas online puede potenciar colapsos en los accesos y la necesidad de tener los dispositivos con suficiente batería antes de cada partido.
- Las llamadas de boicot al Mundial. Desde el anuncio de Catar como sede, han proliferado las críticas hacia el país y el llamamiento realizado por ONGs y sectores de la sociedad civil a llevar a cabo movilizaciones y actos de protesta individuales. La FIFA ha hecho un llamamiento generalizado para aficionados y selecciones invitando a evitar llevar a cabo prácticas que puedan alterar el orden público.
- Finalmente, es reseñable recordar que, a pesar de los esfuerzos de seguridad implementados, el significativo impacto mediático de este evento actúa como factor de atracción para delincuentes que buscan proyectar internacionalmente sus acciones reivindicativas o terroristas.