La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha trazado un ambicioso plan para eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública. Bajo el lema "90-70-90", esta estrategia mundial se centra en la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento eficaz de esta enfermedad. El Dr. Alfonso Duque, ginecólogo y especialista en el diagnóstico precoz de cáncer ginecológico de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, destaca cómo la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) es un pilar fundamental para alcanzar este objetivo.

Objetivo 90-70-90, más que unas medidas

El programa 90-70-90 establece tres metas concretas para 2030 que el Dr. Duque Frischkorn explica: 

El primer valor (90) corresponde a la prevención; lograr que el 90% de las niñas de entre 9 y 14 años reciban la vacuna contra el VPH antes de cumplir los 15 años.

El segundo valor (70) está basado en el diagnóstico temprano de las lesiones y consiste en detectar precozmente las lesiones antes de ocasionar problemas y el cáncer en estadios muy iniciales, garantizando que el 70% de las mujeres tras una prueba de screening o tamizado general, sean examinadas en una unidad especializada en colposcopia. 

Y el tercer valor (90), equivale a que el 90% de las mujeres con lesiones precancerosas y cáncer invasivos reciban tratamiento quirúrgico idealmente en una unidad especializada en prevención y tratamiento del cáncer ginecológico, donde además se garantice un control y un seguimiento estricto.

En palabras del Dr. Duque, “este enfoque integral no solo se basa en la prevención, sino en garantizar el acceso universal al diagnóstico y tratamiento, aspectos críticos para reducir la mortalidad asociada al cáncer de cuello uterino”.

España aprobó la vacunación sistemática contra el virus de papiloma humano (VPH) en noviembre de 2007, incorporándose a nivel nacional a lo largo de 2008. Desde entonces, el programa ha evolucionado con actualizaciones basadas en evidencias científicas. “En 2022, se amplió la cobertura a los adolescentes varones de 12 años, cerrando así el círculo de transmisión de la infección. Además, se han establecido programas específicos para grupos de riesgo, como personas con inmunodeficiencias o lesiones de alto grado”, indica el doctor.

Alfonso Duque Frischkorn sostiene que próximamente, en enero de 2025, en la Comunidad de Madrid se van a implementar cambios en las pautas de vacunación, destacando la dosis única en calendario vacunal. 

Desde la perspectiva de salud pública se recomienda la opción de uso de 1 dosis respecto de la de 2, indicación fuera de la ficha técnica de la vacuna, por el alto nivel de protección individual que confiere, por ser más eficiente, más fácil de implantar y consumir menos recursos. 

El ginecólogo y especialista en el diagnóstico precoz de cáncer ginecológico destaca que la vacuna contra el VPH ha demostrado ser una herramienta segura y eficaz, y su impacto en la prevención del cáncer es evidente. “En países como Australia y Reino Unido, donde se ha alcanzado una alta cobertura vacunal, la incidencia de cáncer de cuello uterino se ha reducido notablemente”, asevera.

Los logros alcanzados en países desarrollados contrastan con los desafíos en regiones de menores recursos. Allí, las dificultades para garantizar la administración de las dos dosis necesarias representan un obstáculo significativo. Sin embargo, iniciativas globales, como la estrategia de la OMS, buscan superar estas barreras mediante la implementación de vacunas de dosis única.

El éxito de la vacunación no solo se mide en cifras, sino también en la calidad de vida de millones de mujeres que pueden evitar el diagnóstico de cáncer de cuello uterino. Según el Dr. Duque, “esta estrategia mundial no solo busca salvar vidas, sino garantizar un futuro en el que enfermedades prevenibles como el cáncer de cuello uterino sean cosa del pasado”.