Un tuit de Elon Musk hace perder a Tesla 5 mil millones

Si pretende recomprar las acciones de la compañía que fundó a 420$, de momento Elon Musk va por mal camino. Aunque los inversores creyeron en Musk, una vez más este miércoles, haciendo subir al valor más de un 10% durante la sesión, este jueves empezaban las rebajas de Tesla en bolsa.

Al inicio de sesión en el Nasdaq sus títulos empezaban a desinflarse. Se dejaban más de un 6%.  O lo que es lo mismo. Más de 5.000 millones de dólares de pérdidas pasando de cotizar a 370$ por título a 340… y cayendo. Y todo después de que la jornada arrancase con la cascada de recomendaciones de los bróker sobre sus títulos, elevando su precio objetivo. Al final consiguió moderar las caídas y cerró con descensos del 4,83% en los 352,45 dólares.

JP Morgan pasó a primera hora de ayer de 195$ a 308$. No era la única. CFRA lo incrementaba de 80$ a 380$ de un plumazo y los titulares de Reuters hablaban de las investigaciones independientes que apuntaban a una subida del P.O. de Tesla desde  288$ hasta 420$. Justo el precio que mencionó Musk en su tuit y que muchos medios de comunicación pensaron fue fruto de un hacker bromista (en EEUU el ‘420’ se utiliza en algunos entornos para referirse a la marihuana).

 

El penúltimo capítulo: el tuit de la sospecha

El sospechoso tuit que lanzó el miércoles el presidente ejecutivo de Tesla afirmando que tenía intención de hacerse con la compañía y que ya contaba con financiación, ha hecho saltar las alarmas.  No concuerda con los datos de más de quince entidades financieras globales ni con el análisis de la gran mayoría de expertos del mercado y compañías tecnológicas.

 

 

“Los únicos datos sobre cómo puede financiarse para la privatización de la empresa datan del año pasado” recuerda el analista de IG Markets Sergio Ávila, “cuando su fundador, Elon Musk,  mantuvo conversaciones con SoftBank, que no llegaron a buen puerto sobre la propiedad de la empresa”. Tampoco parece creíble la opción que sugieren algunos bancos de inversión de recurrir a los fondos soberanos.

Muchos apuntan a que la maniobra del fundador de Tesla con el tuit y el posterior comunicado a los accionistas se trata de una "acción estratégica" para impulsar el valor de la compañía que se está poniendo en duda su viabilidad económica, y tumbar a los inversores en corto. Lo que podría ser considerado manipulación de mercado.

La SEC podría abrir un expediente sancionador, pero muchos expertos planteaban en los medios especializados estadounidenses si la maniobra del magnate era legal, aunque el propio regulador ya dijo en 2013 que las compañías podían anunciar sus decisiones en Facebook y Twitter.

De hecho, este miércoles The Wall Street Journal aseguraba que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) ha cuestionado la veracidad de las informaciones de su fundador y está interesada en saber por qué Musk anunció sus planes a través de la red social y si se cumple con las normas de protección del inversor.

 

¿La de esta semana ha sido la gota que ha colmado el vaso?  ¿Está Elon Musk jugando con el mercado o todo es fruto de su inestabilidad emocional?

El consenso está muy dividido. Según se aprecia en el gráfico de abajo, de las 28 casas de análisis que siguen a Tesla en Reuters, diez mantenían este jueves su orden de compra sobre sus títulos. Nueve apostaban por mantener sus acciones y otras 9 en venderlas.

Por otro lado, según el análisis del gráfico elaborado en el momento en que sus títulos comenzaban a descender este jueves, parece que el recorte era necesario en una tendencia de alza de precio en la que la franja con la media de precios objetivos calculado por la media del consenso de Reuters cada vez se ampliaba más.

 

 

 

El plan de Elon Musk, anunciado el martes, de recomprar Tesla por 420 dólares por acción, lo que supone valorar la compañía en 72.000 millones de dólares está en entredicho. El valor en mercado de Tesla, que debutó en el parqué en 2010, es en la actualidad de unos58.000 millones de dólares, pero si se consiguen vender las acciones a los 420 dólares que indicó Musk para retirar a la empresa de cotización, rondaría los 70.000 millones de dólares y sería la mayor compra de acciones privadas de la historia.

Los inversores, la prensa y el mercado,  desconfían de una compañía que tan sólo ha ganado dinero en dos trimestres en quince años y que aun así tiene una valoración en bolsa mayor que la de General Motors, que ronda los 54.000 millones de dólares.

 

 

Durante los últimos años Tesla ha tenido momentos en los que se convirtió en la empresa con las acciones más deseadas. Desde 2013, sus títulos se han disparado más de un 700%, pero tras alcanzar un pico en septiembre de 2017,se empezaban a derrumbar debido a preocupaciones acerca de la capacidad de la firma de satisfacer la demanda del mercado por sus vehículos.

Sin embargo, los éxitos industriales como el sistema de pagos en línea de Pypal, los automóviles Tesla, la empresa de paneles solares SolarCity y SpaceX, que fabrica cohetes espaciales hace que muchos inversores crean en la perseverancia de este excéntrico empresario.

 

Elon Musk ¿Es un genio o está loco?

No es por su pretensión de enviar  a un par de turistas a la luna a finales de este año con SpaceX. Ni siquiera por el tren futurista que tiene en mente y que costaría, solo de San Francisco a Los Ángeles, 6.000 millones de dólares (sobre el que la semana pasada se especulaba con la idea de que fuese Apple su soporte financiero).

Las dudas sobre la compañía de Elon Musk vienen por la falta de resultados positivos de Tesla y por las salidas de tono de su fundador, que ya ha dejado claro en muchas ocasiones su animadversión a la financiación bursátil para Tesla, que tiene “misiones a largo plazo” incompatibles con la fluctuación del valor bursátil de la compañía.

El pasado mes de mayo, una de sus habituales salidas de tono ante los analistas financieros hicieron perder a su compañía 2.800 millones de dólares, al empezarse a disparar las dudas sobre su estado de salud. Entre las perlas soltadas por Elon Musk ante la prensa y analistas de Wall Street, así como en las redes sociales se encuentran citas como:

 

"No tenemos ningún interés en satisfacer los intereses de los operadores bursátiles, no me podría importar menos. Por favor, vendan nuestra acción y no la compren”

 

Así las cosas, este año los  medios de comunicación norteamericanos citan fuentes allegadas al multimillonario que  aseguran que Musk está fatigado en extremo; “que  trabaja sin parar y a menudo se le puede ver dormir en la planta de Freemont, California.