La banca española ha logrado un incremento significativo del 40% en sus beneficios durante el año 2024, alcanzando la cifra de 7.300 millones de euros. A pesar de la imposición de un impuesto extraordinario sobre la banca, el sector se muestra "bien posicionado" para hacer frente a posibles 'shocks' económicos, contando con un coeficiente de solvencia del 13%.

Según el informe 'Análisis del sector bancario español', dirigido por el profesor de la OBS Business School, Jaime Martínez Tascón, la banca ha enfrentado un escenario de transición y desafíos después de un 2023 exitoso en términos de beneficios.

El informe destaca que la banca en su conjunto ha demostrado signos de recuperación y estabilidad, mejorando en rentabilidad, solvencia y calidad de activos. Esto se atribuye a una gestión prudente y una adaptación efectiva a las condiciones económicas actuales.

Hasta el primer semestre de 2024, la rentabilidad sobre recursos propios de la banca española alcanzó el 13,82%, impulsada principalmente por un aumento del margen de intereses en un 19,3%, debido al entorno de tipos de interés más altos. Las comisiones también jugaron un papel en este crecimiento, aunque de manera más moderada, con un incremento del 2%.

Retos Futuros y Previsiones para 2025

El informe señala que tanto el sector bancario español como el europeo enfrentarán el desafío de la disminución de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en 2025, lo que podría reducir los márgenes en el futuro.

Ante esta perspectiva, los bancos están llevando a cabo un aprovisionamiento prudente, lo que ha resultado en un aumento lógico en su coste de riesgo, que alcanzó el 0,56% en el primer trimestre de 2024.

A pesar de los desafíos, las tasas de morosidad en la banca española se mantienen relativamente estables, por debajo del 4%, un resultado positivo en comparación con los mercados emergentes, especialmente en sectores como el inmobiliario y el comercio minorista.

Transformación y Adaptación del Sector

El informe también aborda la transformación significativa que ha experimentado el sector en las últimas dos décadas, con una reducción del empleo del 35% que ha implicado la pérdida de casi 90.000 puestos de trabajo en una década, así como el cierre de 19.000 oficinas, situando el número en niveles no vistos desde 1976.

Por regiones, Madrid y Cataluña destacan por tener una alta concentración de oficinas bancarias debido a su densidad poblacional y actividad económica, mientras que regiones rurales como Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura presentan menos oficinas, lo que puede afectar el acceso a servicios bancarios.

La lejanía de sucursales físicas en las Comunidades Autónomas con menor densidad de población y en zonas rurales, como la 'España vaciada', representa un desafío, con 1,3 millones de españoles enfrentando dificultades para acceder al efectivo.

Digitalización y Competencia de las Fintech

El informe destaca la creciente competencia de las fintech en el sector bancario, especialmente en pagos y microfinanzas. Cerca del 80% de los españoles entre 25 y 44 años utilizan servicios digitales de banca online, con 9,48 millones de usuarios principalmente en Madrid y Barcelona debido a su actividad económica y financiera.

Vizcaya y La Coruña destacan por obtener beneficios significativos, reflejando la eficiencia de sus entidades financieras. La adopción de tecnologías ha sido más rápida en regiones urbanas como Madrid y Barcelona, mejorando la eficiencia operativa y la experiencia del cliente.