Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Energy Networks en Reino Unido, ha dado comenzado la construcción del Eastern Green Link 1 (EGL1), un proyecto de cable submarino de alta capacidad que conectará Inglaterra y Escocia. Esta iniciativa se lleva a cabo en colaboración con National Grid Electricity Transmission.
El proyecto EGL1 representa una inversión significativa de 2.500 millones de libras esterlinas, más de 2.900 millones de euros. Este cable submarino de más de 190 kilómetros de longitud, en su mayoría bajo el agua, transportará electricidad limpia suficiente para abastecer a dos millones de hogares. Conectará el sureste de Escocia con el noreste de Inglaterra.
Tras recibir la aprobación de Ofgem el año pasado, los trabajos de construcción han comenzado, marcando un hito importante en la evolución de la red de transporte eléctrico en el Reino Unido. Las obras en tierra ya están en marcha, y se espera que la construcción en alta mar comience en verano.
En los extremos del cable, en Torness (East Lothian) y Hawthorn Pit (condado de Durham), se construirán estaciones convertidoras para facilitar la transmisión eficiente de electricidad de corriente alterna a corriente continua. Este paso es fundamental para el transporte de energía a largas distancias.
Durante el evento de lanzamiento de los trabajos, se anunció un fondo de ocho millones de libras esterlinas para apoyar a las comunidades locales en East Lothian y Durham. Este fondo busca promover beneficios sociales, medioambientales y económicos en estas áreas.
El ministro de Energía del Reino Unido, Michael Shanks, destacó la importancia de EGL1 en la misión de convertir al país en una superpotencia de la energía limpia. Este proyecto contribuirá a crear un sistema energético más seguro y sostenible.