Esta ampliación está pendiente de la aprobación de la junta extraordinaria el 20 de noviembre. De salir adelante, el dinero será destinado a cancelar un tramo de 1.350 millones de euros de deuda convertible en acciones de la propia constructora. A pesar de que el vencimiento está fijado en 2018, el crédito paga intereses superiores al 11%, escalables hasta el 16% a lo largo de la vida del préstamo, por lo que urge su cancelación.
La operación también servirá para atender compromisos de aportación de fondos de menor cuantía con filiales del grupo, que supondrán así mismo una reducción de la deuda consolidada. Su efecto sobre el apalancamiento se sumará al del plan de desinversiones, que ha aportado ya 1.800 de los 2.200 millones previstos.