Banco Santander espera un beneficio neto atribuido de aproximadamente 5.800 millones de euros que supone un incremento ligeramente superior al 30% sobre el beneficio neto atribuido del ejercicio 2013.
Sin tener en cuenta el efecto de la variación de los tipos de cambio, ello
supone un incremento de algo más del 40% sobre el mismo período, con el siguiente detalle:
- Se estima que los ingresos aumentan aproximadamente un 6% respecto a los del ejercicio 2013, impulsados por el margen de intereses y las comisiones, que se estima que crecen en aproximadamente un 8% y un 6%, respectivamente.
- Se estima que los costes suben en aproximadamente un 3%, claramente por debajo de la inflación media de los principales mercados del Grupo, reflejando las sinergias derivadas de las integraciones realizadas y la aplicación de los planes de productividad y eficiencia, que son superiores a lo inicialmente previsto.
- Se estima que las dotaciones para insolvencias se reducen en, aproximadamente, un 10%, destacando los casos de Brasil, España, Reino Unido y Portugal. En consecuencia, el coste del crédito se situaría ya por debajo del 1,5% frente al 1,7% del ejercicio 2013.
En cuanto al balance, se han observado las siguientes tendencias:
- Evolución positiva de los créditos que crecen en el último trimestre en euros constantes frente a los datos a septiembre en la mayor parte de los mercados (con crecimientos en torno al 3% en Latinoamérica), permaneciendo estables los
depósitos.
- Se estima una tasa de mora del Grupo del 5,2% y una de cobertura del 68%. Ambas mejorarían por cuarto trimestre consecutivo como consecuencia del buen comportamiento de las entradas en mora, que bajan a prácticamente la mitad sobre las acumuladas a diciembre de 2013.
- Se estima que el capital de nivel 1 ordinario (CET1) y el capital total regulatorio a 31 de diciembre de 2014 eran aproximadamente del 11% y del 12%, respectivamente. La ratio de CET1 “fully loaded” estimada a esa fecha es del 8.3%.
Con carácter adicional, Banco Santander comunica que tiene la intención de reorientar su política de remuneración al accionista, en el sentido de incrementar progresivamente la proporción de retribución en efectivo con la consiguiente reducción de la parte de la remuneración consistente en la entrega de acciones liberadas y pasando a tener un objetivo de pay-out en efectivo de, aproximadamente, entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente en los próximos años. La intención del consejo de administración es remunerar a los accionistas del Banco con cargo al ejercicio 2015 mediante tres dividendos en efectivo y una única aplicación del programa Santander Dividendo Elección (scrip dividend), en cada ocasión por un importe de cinco céntimos de euro por acción)