Endesa ha presentado a tramitación administrativa ante el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón un proyecto para construir un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia en los terrenos de la central térmica de Andorra, en la provincia de Teruel.
Se trata del primero de los proyectos vinculados a la sustitución de una central térmica por potencia renovable en el entorno de la central de Andorra, dentro de su plan Futur-e, que tiene como objetivo final la construcción de 1.725 MW de potencia, de los que cuales 1.585 MW corresponderán a plantas fotovoltaicas y 140 MW a parques eólicos. Adicionalmente, se instalarán 160 megavatios de almacenamiento en baterías. El proyecto, que se ha diseñado en tres fases, finalizará en 2026.
La primera fase, que se iniciará en enero 2021 y finalizará a principios de 2022, contempla la construcción de un parque fotovoltaico de 50 MW (presentado a tramitación administrativa), que se construirá dentro del perímetro de la actual central térmica, y la construcción de un parque eólico de 49,4 MW de potencia, que se instalará en el término municipal de Ejulve.
La segunda fase prevé impulsar 235 megavatios de energía solar fotovoltaica y 54,3 MW de almacenamiento en baterías, y se instalará en gran medida dentro del perímetro de la actual central térmica. Se desarrollará a lo largo de 15 meses, entre marzo de 2022 y junio de 2023.
Para las dos primeras fases, Endesa ya posee punto de conexión, mientras que la tercera fase --de 1.390 megavatios--, depende de la asignación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de la capacidad de evacuación de la central térmica de Andorra. Para que esto pueda ocurrir, faltaría por materializarse la firma del Convenio de Transición justa, para que la CNMC emita la autorización de desmantelamiento de la central térmica y otorgar posteriormente la potencia por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
En la mencionada tercera y última fase, que se iniciaría en mayo de 2023 y finalizaría a principios de 2026, se construirían 1.300 MW de potencia fotovoltaica, 90 MW de energía eólica y 105 MW de almacenamiento en baterías. La potencia asociada a estas fases se construiría en terrenos de los términos municipales de Andorra, Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar.
Plan Futur-e
Endesa presentó el 19 de diciembre de 2018 la solicitud formal de cierre de la central térmica de Andorra, en Teruel, y Compostilla, en León, de acuerdo con lo que la empresa había anticipado en el marco de la actualización de su Plan Estratégico y en línea con los objetivos de la política energética nacional avanzados por el Ministerio para la Transición Ecológica para conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en el año 2050. A esas solicitudes, se le han sumado en diciembre de 2019, la petición de cese de actividad para las centrales térmicas de As Pontes (A Coruña) y Carboneras (Almería).
Desde esa fecha la planta de Andorra ha funcionado con normalidad y de acuerdo con las condiciones del mercado y seguirá estando operativa y disponible hasta el próximo 30 de junio.
En paralelo a las solicitudes de cierre, Endesa ha presentado para cada planta de manera voluntaria un proyecto de actuaciones para atenuar el impacto provocado por la disminución de actividad, los denominados Plan Futur-e, destinado a promover el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en las zonas en las que se encuentran ubicadas las dos centrales dentro de un modelo de Transición Justa. La compañía ha subrayado que estas propuestas se hallan abiertas a incluir de manera flexible nuevas iniciativas viables que puedan proponerse en adelante para conseguir esos objetivos de desarrollo de las zonas de las centrales, sumando sus esfuerzos a las iniciativas y liderazgo de las Administraciones Públicas.
Precisamente, el Plan Futur-e para la central térmica de Andorra fue presentado dentro del marco de la Cumbre del Cambio Climático celebrada en Madrid, el pasado mes de diciembre, como un ejemplo de Transición Justa.
Como ha informado la compañía, este Plan Futur-e para Andorra incluye el respeto de los puestos de trabajo de los 153 empleados de Endesa en la central, así como dar total prioridad a la contratación de trabajadores de las actuales empresas auxiliares para el desarrollo de las actividades de cierre y desmantelamiento de la planta, que se prolongarán durante un periodo aproximado de entre 4 y 6 años, y que generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200.
A los empleados de la central se les están ofreciendo recolocaciones, de manera personalizada, en distintos puestos de trabajo de la compañía según sus funciones, siempre teniendo en cuenta la proximidad geográfica a su actual entorno laboral. Hasta el momento se ha recolado a 22 trabajadores y se prevé la recolocación de 70 más. El resto se incorporará a los trabajos de desmantelamiento de la central.
A los trabajadores de las empresas contratistas se les dará la oportunidad de realizar cursos de formación tanto para sumarse a esos trabajos como para poder ser contratados en las nuevas instalaciones renovables que la empresa desarrollará en la zona.
La realización de estas instalaciones generará 4.014 empleos en la etapa de construcción y 138 empleos durante más de 25 años en las actividades de operación y mantenimiento de las instalaciones.
Asimismo, proporcionará importantes recursos a los municipios mencionados a través de los impuestos y tasas correspondientes, así como elevados ingresos en concepto de alquileres a los propietarios de los terrenos en los que se ubiquen esas instalaciones.
Estos proyectos de energías renovables son adicionales a los que la empresa está realizando en Aragón. Concretamente, Endesa ha conectado a la red en 2019 trece parques eólicos situados en las provincias de Teruel y Zaragoza, con una potencia total conjunta de 424 MW. Corresponden a la potencia que se adjudicó la compañía en la subasta de energías renovables organizada por el Gobierno en 2017.
Además, la empresa está construyendo en la actualidad cuatro parques eólicos que suman una potencia de 58 MW, en Teruel y Zaragoza, y tiene previsto iniciar el próximo mes de abril la construcción de un quinto parque de 24 MW, en Zaragoza.
Todos estos planes de construcción de energías renovables vienen acompañados de sus correspondientes Planes CSV (Creación de Valor Compartido). Los planes CSV son diseñados junto con los agentes del entorno y su objetivo último es maximizar el impacto socio-económico que los proyectos tienen en la comunidad. Dentro de los planes CSV se enmarcan los dos cursos de formación realizados en 2019 y los cuatro cursos previstos a lo largo de 2020. Estos cursos permitirán a empleados de las empresas auxiliares incorporarse a alguna de las empresas que participen en los trabajos de desmantelamiento de la central y a las que colaboren en los nuevos proyectos renovables que Endesa tiene previsto poner en marcha en la zona.
La construcción de esta capacidad renovable responde a la estrategia de Endesa de descarbonizar completamente su “mix” de generación en 2050, un proceso para el que, según su Plan Estratégico 2020-2022, se ha marcado el hito de alcanzar 10,2 GW de capacidad instalada renovable en 2022, frente a los 7,4 GW estimados para final de 2019 (entre los que se incluían esos 879 MW que le fueron adjudicados en las subastas de 2017), con una inversión total de unos 3.800 millones de euros.