Quironprevencion

La exposición al ruido en el entorno laboral es un problema de salud pública que afecta a millones de trabajadores en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 466 millones de personaspadecen pérdida de audición discapacitante y se estima que esta cifra aumentará a 900 millones para el año 2050. La exposición al ruido en el trabajo es uno de los principales factores contribuyentes a esta situación, y es actualmente el riesgo profesional que más indemnizaciones genera. Por ello, la implementación de medidas preventivas y la adopción de buenas prácticas en la medición y control del ruido son esenciales para proteger la salud auditiva de los trabajadores. 

Dr. Miquel Vila Sabaté, responsable del Área de Vigilancia de la Salud Individual de Quirónprevención, especialista en medicina del trabajo, señala: "La pérdida auditiva inducida por ruido es acumulativa e irreversible. Es fundamental que las empresas adopten medidas preventivas adecuadas para minimizar la exposición de sus empleados al ruido excesivo".

Factores diversos

Diversos factores influyen en la aparición de hipoacusia laboral. La intensidad del ruido es determinante; exposiciones a niveles superiores a 80 decibelios (dB) durante una jornada laboral de 40 horas semanales pueden provocar daños auditivos. La frecuencia del ruido también juega un papel crucial, ya que las lesiones suelen manifestarse inicialmente en la banda de los 4000 Hz. Además, el tiempo de exposición es directamente proporcional al riesgo: exposiciones prolongadas aumentan la probabilidad de daño, y en casos de deterioro significativo, la lesión auditiva puede progresar incluso después de cesar la exposición.

La naturaleza del ruido es otro aspecto que considerar; los ruidos intermitentes suelen ser menos perjudiciales que los continuos, y estos últimos menos que los pulsados, siempre que se mantengan en igual intensidad. Por último, la susceptibilidad individual, influenciada por factores como la edad y condiciones médicas preexistentes (patología del oído medio o interno, enfermedades neurológicas), antecedentes familiares, puede predisponer a ciertos trabajadores a un mayor riesgo de daño auditivo.

Medidas de prevención

La legislación vigente, específicamente el Real Decreto 286/2006 sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra riesgos relacionados con la exposición al ruido, establece medidas para prevenir y reducir dicha exposición en el ámbito laboral. Entre las acciones recomendadas se incluyen la adopción de métodos de trabajo que disminuyan la necesidad de exposición al ruido, la selección de equipos que generen el menor nivel sonoro posible, y el diseño adecuado de los espacios y puestos de trabajo para minimizar la propagación del ruido. Además, es esencial proporcionar información y formación a los empleados sobre los riesgos asociados al ruido y las prácticas preventivas adecuadas, con la consulta y participación de los trabajadores.

La vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos al ruido es igualmente crucial. En 2019, la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó un protocolo y una guía para la vigilancia sanitaria específica de estos trabajadores. Estos documentos destacan la importancia de realizar evaluaciones audiométricas periódicas para detectar precozmente cualquier indicio de pérdida auditiva y establecer medidas correctivas oportunas. Además, se subraya la necesidad de adaptar los puestos de trabajo y, cuando sea posible, reducir los niveles de ruido en la fuente.

Los efectos del ruido no se limitan únicamente al sistema auditivo (enmascaramiento de la audición, fatiga auditiva, hipoacusia permanente). Diversos estudios han demostrado que la exposición prolongada a niveles elevados de ruido puede tener repercusiones en el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas. Durante el embarazo, la exposición al ruido puede afectar tanto a la madre como al feto, incrementando el riesgo de complicaciones gestacionales y lesiones auditivas para el feto. Además, cuando la exposición al ruido se combina con otros agentes, físicos como vibraciones, químicos como sustancias ototóxicas, fármacos que afectan a la audición y tabaco, los efectos nocivos pueden potenciarse, agravando el daño a la salud del trabajador.

Para garantizar una protección efectiva, es esencial que las empresas implementen programas integrales de prevención que incluyan la evaluación regular de los niveles de ruido, la adopción de medidas de control técnico y organizativo, y la promoción del uso adecuado de equipos de protección individual cuando sea necesario. La concienciación y formación de los trabajadores desempeñan un papel fundamental en la prevención de los daños asociados a la exposición al ruido. Como concluye el Dr. Miquel Vila: "La prevención es la herramienta más poderosa que tenemos para combatir la pérdida auditiva inducida por ruido. Una cultura empresarial comprometida con la salud auditiva de sus empleados es clave para reducir la incidencia de estas afecciones".

En resumen, la exposición al ruido en el entorno laboral representa un riesgo significativo para la salud de los trabajadores. La implementación de buenas prácticas en la medición y control del ruido, respaldadas por una legislación adecuada y programas de vigilancia sanitaria, es esencial para prevenir daños auditivos y otras afecciones relacionadas. La colaboración entre empleadores, trabajadores y profesionales de la prevención y de la salud laboral es fundamental para crear ambientes de trabajo más seguros y saludables.