La transición hacia una economía descarbonizada es un reto global, y en España, el biometano se ha posicionado como una pieza clave en este proceso. Este gas renovable, que se produce a partir de residuos orgánicos, no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino también un enorme potencial socioeconómico, con la capacidad de generar empleo, impulsar economías locales y reducir la dependencia energética del país.

Naturgy, una de las principales empresas energéticas de España, está liderando este cambio con su firme apuesta por el biometano. La empresa ha lanzado diversos proyectos en toda la geografía española, destacando la reciente inauguración de su tercera planta de biometano en Vila-Sana (Lleida), que añade 12 GWh a la capacidad de producción de gas renovable, equivalente al consumo de gas de unos 6.000 hogares. Este proyecto, como muchos otros que la compañía tiene en marcha, subraya el papel estratégico del biometano no solo en la transición energética, sino en el desarrollo económico de zonas rurales.

El impacto del biometano en el empleo y la economía local

La producción de biometano no solo contribuye a la reducción de emisiones de CO2, sino que fomenta la creación de empleo en áreas rurales y refuerza la economía circular. Este gas renovable se obtiene a partir del tratamiento de residuos agrícolas, ganaderos y urbanos, lo que implica la necesidad de desarrollar infraestructura local para su gestión y transformación. Estas actividades requieren mano de obra especializada, lo que genera oportunidades laborales directas e indirectas en áreas a menudo afectadas por la despoblación y la falta de oportunidades económicas.

Naturgy, consciente de este potencial, ha desarrollado un modelo que apuesta por la integración de estas plantas en zonas rurales, como el caso de su nueva planta en Vila-Sana. Estas instalaciones no solo generan biometano, sino que también producen subproductos como fertilizantes orgánicos, completando el ciclo de la economía circular y creando nuevas oportunidades de negocio local.

Reducir la dependencia energética de España

En un contexto de creciente incertidumbre geopolítica y volatilidad de los mercados energéticos, la capacidad de España para reducir su dependencia de combustibles fósiles es crucial. El biometano ofrece una alternativa autóctona y sostenible. Según estudios recientes, España tiene un potencial de producción de 163 TWh de biometano al año, lo que cubriría el 45% de la demanda actual de gas natural. Sin embargo, a pesar de este potencial, la producción actual está lejos de países como Francia o Dinamarca.

Naturgy ha sido pionera en el impulso de este gas renovable en España, y su objetivo es seguir expandiendo su capacidad de producción en los próximos años. Con tres plantas operativas y decenas de proyectos en desarrollo, la compañía está bien posicionada para liderar la transformación del sector energético en el país.

Un futuro impulsado por los gases renovables

El biometano no es solo una solución para el presente, sino una inversión en el futuro energético de España. Naturgy, a través de su plan estratégico, está apostando también por el desarrollo del hidrógeno verde, otro vector energético clave para la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como la industria pesada y el transporte. La combinación de biometano e hidrógeno verde podría ser la clave para que España alcance sus objetivos climáticos y energéticos a largo plazo.

Por todo ello, el biometano está llamado a desempeñar un papel crucial en la transformación energética y económica de España. Empresas como Naturgy lideran esta revolución, apostando por proyectos que no solo descarbonizan la economía, sino que también impulsan la creación de empleo y el desarrollo de economías locales. El camino hacia una España más verde y menos dependiente energéticamente pasa por el desarrollo de estos gases renovables.