Siete de cada diez españoles (75%) no se conforman con ahorrar, sino que se preocupan por poner a trabajar su dinero para obtener un beneficio de ese esfuerzo ahorrador. Más del 20% invierte ya en acciones, a pesar de que es una característica de nuestro país priorizar productos de inversión con un perfil de riesgo bajo y escasa rentabilidad, como las cuentas de ahorro remuneradas o los planes de pensiones. Los encuestados más jóvenes son los que más invierten en acciones o ETF (28,4%). Así se desprende de una encuesta realizada por la plataforma europea de inversión Scalable Capital para analizar las preferencias de inversión de los ciudadanos de seis países europeos (España, Alemania, Austria, Países Bajos, Italia y Francia).
Esta consulta, en la que han participado 1.000 españoles mayores de 18 años, revela que, tras las cuentas de ahorro (43,8%) y los planes de pensiones (34,9%), los españoles recurren al mercado de capitales para sus inversiones. El 22,3% invierte en criptomonedas, seguido del 21,2% que lo hace en acciones y el 20,7% que opta por los fondos. Otros productos tradicionales, como los bonos de renta fija y las inversiones inmobiliarias, se sitúan en torno al 11%, mientras el que podría considerarse el vehículo de inversión más innovador, los fondos cotizados o ETF (por sus siglas en inglés), alcanzan el 6%. La cifra muestra un gran potencial de crecimiento, si lo comparamos con otros países en los que el producto se introdujo antes (la media europea es del 15,2%, y en países como Alemania la penetración alcanza el 28,1%).
Preferencias por edades
Si analizamos las preferencias de inversión por tramos de edad, encontramos que las nuevas generaciones de españoles, zetas y millennials (menores de 35 años), muestran un mayor interés por el mercado de capitales: el 28,4% invierte en acciones o ETFs, un 7% por encima de la media nacional, aunque a cierta distancia todavía de la media europea (36,7%) y de la media de europeos de su misma edad (47,3%).
Si hablamos específicamente de acciones, es evidente que el conocimiento acerca de este tipo de inversiones está más extendido entre los españoles: uno de cada cuatro con edades entre 18 y 44 años invierte en acciones. La media general española es del 21,2%. En lo que respecta a los ETF, los europeos que más apuestan por este producto de inversión son los que se sitúan entre 25 y 34 años, llegando casi, en el caso de España, al 10%, un porcentaje no tan alejado de la media europea para ese tramo de edad del 16,6% (la media general en Europa es del 10,3%).
“Invertir en los mercados de capitales es esencial si queremos mitigar el efecto de la inflación, que se ‘comerá’ una buena porción de nuestro capital si nos limitamos a depositarlo en una cuenta de ahorro. Si bien es cierto que productos como los ETF han llegado más tarde al mercado español, cada vez más pequeños inversores descubren sus ventajas. La principal: diversificar sus inversiones a un coste reducido”, explica Adrian Amorin, country manager para España de Scalable Capital.
Motivaciones y barreras a la inversión
Para casi la mitad de los españoles, las principales razones para invertir son disponer de un dinero extra de cara a la jubilación y aumentar su seguridad financiera. Otros motivos mencionados apuntan al objetivo de paliar el efecto de la inflación o acumular capital para un gran desembolso, como un inmueble, un coche, estudios o viajes.
Por otro lado, según la encuesta de Scalable Capital, hay un 25% de españoles que no cuentan actualmente con ningún producto de inversión (aunque un 9,4% tiene la intención de hacerlo más adelante). La principal barrera de entrada esgrimida es la falta de ingresos o ahorros suficientes para invertir, seguida de la falta de conocimientos financieros y la percepción de que invertir es demasiado arriesgado.
“Todavía existe la percepción de que invertir en el mercado de capitales no es para todos, de que hace falta tener muchos conocimientos y mucho dinero. Lo que estamos intentando desde plataformas como la nuestra es, sobre todo, hacerlo fácil, y también hacerlo asequible para cualquier bolsillo, permitiendo invertir desde 1 euro. Lo mejor es empezar cuanto antes, con las cantidades que nos podamos permitir, para aprovechar las ventajas del largo plazo y el interés compuesto”, subraya Adrián Amorín.