Carlos I llegó a España rodeado de una corte flamenca entre la que repartió los principales cargos de gobierno. Poco después, y pese a la oposición castellana, se coronó emperador de Alemania con la idea de unificar Europa en un solo imperio cristiano, es decir, restaurar el Sacro Imperio Romano. Este rey se distinguió especialmente por la defensa a ultranza de la fe católica y el enfrentamiento con Francia....
Situación socio-económica:
Aun contando con las fabulosas riquezas conseguidas tras la conquista de América, la economía española se encontraba en un estado lamentable, y la primera muestra de ello fue la rebelión de los comuneros. Este grupo de burgueses e hidalgos castellanos opuestos a las ideas imperiales de Carlos I fue derrotado en Villalar.
La empresa universal del emperador resultó excesiva para los modestos recursos de la corona española. Cuando el oro de América no bastó, se pidieron créditos a los banqueros alemanes, con lo que en 1539 ya se les debía un millón de ducados y a mediados de siglo la duda ascendía a siete millones. El poderío español era una simple fachada.
Felipe II declaró varias veces la bancarrota de la hacienda española y los impuestos subían frecuentemente debido al desequilibrio de los precios y a los enormes gastos del Estado fuera del reino.
En resumen: las riquezas americanas apenas se detenían a su paso por España para acabar en las arcas de la banca europea. La potencia española era un espejismo y el imperio se desmoronó en el siglo siguiente…
Fuente: www.lacartadelabolsa.com