En lo que va de año, Unicaja ha perdido casi la mitad de su valor en bolsa, en torno a un 48%. La entidad se encuentra cada vez más próxima a la ruptura de sus niveles de soporte, que se sitúan en los 0,464 euros tanto a medio como a largo plazo. Por lo tanto, su margen de caídas es escaso, de en torno al 1% respecto a sus últimos niveles de cotización.
Por su parte, el nivel de resistencia a medio plazo se establece en los 0,975 euros, mientras que el de largo plazo se sitúa en 0,994 euros. Esto supone un potencial para Unicaja del 107% en el primer caso y del 111% en el segundo.
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión otorgan a Unicaja una puntuación de 1 sobre 10. La entidad se sitúa bajista tanto a medio como a largo plazo. Su volumen es creciente en el medio plazo, aunque decreciente en el largo, mientras que su volatilidad es alta.
El consenso recomienda comprar
A pesar de su tendencia bajista, el consenso de analistas consultados por Reuters recomienda comprar acciones de Unicaja. De los 16 consultados, 9 apuestan por comprar, mientras que 7 prefieren mantener. Asimismo, le otorgan un potencial del 99,5% en los próximos 12 meses, hasta los 0,96 euros por acción.
Hace unos días, UBS también reiteró su recomendación de adquirir acciones de Unicaja debido a que la entidad posee un menor riesgo inmediato dentro del contexto actual en la banca española, debido a la calidad de sus activos.
Análisis fundamental
Si tomamos los resultados de Unicaja respecto al ejercicio de 2019, la entidad obtuvo un ratio precio/valor contable (PVC) de 0,39 veces. Por otro lado, su beneficio por acción fue de 0,11 euros, mientras que su ratio precio-beneficios se situó en 9,05.
María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión, explica que Unicaja obtuvo unos resultados positivos en el ejercicio de 2019, protagonizados por la mejora de su margen bruto, la bajada de los gastos de explotación y la reducción de sus necesidades de saneamientos, debido a la caída en su volumen de activos no productos y a los altos niveles de cobertura.
En concreto, Unicaja logró en 2019 un beneficio neto de 172 millones de euros, lo que supone un 12,9% más que el año anterior. El margen bruto aumentó un 1% respecto a 2018, mientras que los gastos de explotación se redujeron en un 2%.
La entidad cuenta con un superávit de 487 puntos básicos respecto a los requerimientos de capital total establecidos por el BCE, lo que supone una alta capitalización.
Por tanto, el resultado del análisis fundamental es una recomendación positiva sobre Unicaja a medio-largo plazo, aunque sin olvidar el elevado riesgo del sector al que pertenece.
La entidad ha decidido finalmente aceptar la recomendación lanzada por el Banco Central Europeo hace unas semanas y su Consejo de Administración se ha visto obligado a suspender varios puntos del orden del día relativos a los resultados de 2019, el programa de recompra de acciones y el dividendo. Así el Consejo de Administración de Unicaja ha dejado sin efecto las propuesta de aplicación del resultado del ejercicio 2019 y cancela el programa de compra de acciones anunciado el pasado 26 de febrero.
La compañía además deja sin votar la reducción del capital social mediante la amortización de acciones propias, con cargo a reservas y libre disposición y con exclusión del derecho de oposición de acreedores. Esto deja sin efecto los acuerdos tomados por el Consejo de Administración en relación al dividendo y a la reducción del capital. Sin embargo, la retirada de estas propuestas no afecta a las cuentas anuales formuladas pues “no supone cambio significativo y la nueva propuesta de aplicación de resultado que se eleve en ningún caso supondrá un pago de dividendo mayor al que ahora se deja sin efecto”.
Unicaja elevará de este modo en la próxima Junta General de Accionistas, celebrada a partir del mes de octubre, la nueva propuesta de aplicación del resultado correspondiente al ejercicio 2019 y, en su caso, la reducción del capital para amortizar acciones propias que ahora mantiene en autocartera.
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