Telefónica ha celebrado hoy su Consejo de Administración, una reunión que había creado cierto revuelo en el mercado bursátil primero, por el hecho de haber sido adelantada un par de semanas y, segundo, por la caída que habían sufrido sus títulos este mes de agosto. Eran muchos los rumores acerca que la de hoy era una reunión en la que se propondrían diferentes medidas desde la cúpula de la operadora para mitigar estos descensos... y así ha sido.
En este sentido, una conclusión: sí a una estrategia para generar valor añadido al accionista a través de la monetización de infraestructura de telecomunicaciones móviles, ni una palabra en su comunicado acerca de la posibilidad de la recompra de acciones.
En este sentido, una de las posibilidades es Telefónica es el traspaso a su filial de infraestructuras Telxius de más emplazamientos de telecomunicaciones fijas, en el convencimiento de que el negocio que proporcionan estas torres tiene más valor en las cuentas de compañías especializadas de infraestructuras, como las empresas de torres, que en el de las operadoras de telecomunicaciones tradicionales.
La cúpula de Telefónica confía en rentabilizar "una de las mayores carteras de emplazamientos de telecomunicaciones móviles del mundo con unos 130.000 sites (unos 68.000 en propiedad) en 12 mercados". "Telxius es propietaria de aproximadamente 18.000 y los aproximadamente 50.000 restantes son propiedad de otras filiales del Grupo Telefónica. Más del 60% de estos emplazamientos están ubicados en los 4 principales mercados donde opera la compañía (España, Reino Unido, Alemania y Brasil). En términos comparables de mercado, esta cartera de aproximadamente 50.000 sites podría generar unos 830 millones de euros en ingresos y unos 360 millones de euros en beneficio operativo antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones", detalla la compañía.
Los directivos de Telefónica han definido su estrategia para conseguir mejores resultados, además de con la posible venta de torres de comunicaciones, con un nuevo plan voluntario de bajas anticipadas por valor de 1.600 millones de euros antes de impuestos.
El plan de reducción de plantilla se aplica a los empleados nacidos en 1966 o antes, es decir, que este año cumplan 53 años y que tengan más de 15 años de antigüedad en la compañía. La cantidad total de empleados que puede acabar suscribiendo el plan de bajas no se puede determinar de antemano ya que, al igual que en la última ocasión, se trata de un plan totalmente voluntario.