Siemens-Gamesa pone el primer punto, de momento seguido, pero con trazas de ser final, en su proceso de salida de la bolsa española con toda la vida de montaña rusa que ha vivido el valor, especialmente aderezado por la pandemia. Su cambio de dirección, sus numerosas y constantes advertencias sobre beneficios y su devenir a la baja en bolsa, con caídas desde máximos que superaron en casi 2 años el 110% siembran parte de la historia de la compañía.
Entre lo último, es que acaba de terminar el periodo de aceptación de la OPA, la oferta pública de acciones lanzada por su matriz Siemens Energy. Una oferta anunciada en mayor pasado y lanzada el pasado 8 de noviembre por la compañía germana con un montante sobre la mesa de 4.050 millones de dólares sobre el 32,93% de sus títulos que no posee. El objetivo es alcanzar el 100%, pero el inicial, con varios escenarios que ha presentado Siemens Energy contempla alcanzar el 75% de su accionariado. El precio por acción ofertado es de 18,05 euros por acción.
En los próximos días se conocerá el nivel de aceptación de la oferta por parte de los inversores y, de alcanzar ese 75% la idea es excluir a la compañía de cotización. El primer paso ya está dado, ya que el Comité Técnico del Ibex lo sacó del selectivo esta semana para cotizar solo en el Mercado Continuo, a la espera de lo que ocurra con la resolución de la oferta en marcha.
La compañía ha pasado, como decimos por un cúmulo de acontecimientos hasta sus máximos alcanzados en enero de 2021 hasta los 38,48 euros por acción, a años luz de lo ahora ofertado por la compañía, un 113% por debajo en concreto. Y es que la compañía de infraestructuras renovables ha pasado por la fusión con Gamesa, por un desdoblamiento de acciones y por un sinfín de problemas en los últimos dos ejercicios.
Desde la baja rentabilidad de su eólica terrestre, hasta la paralización de numerosos proyectos por efecto de la Covid-19 en medio mundo. Los problemas de componentes y de la cadena de suministro, como un mundo, cuya actividad se cerró a la mínima expresión, dieron paso a los problemas energéticos y a que, la energía renovable, se contemplara con una aceleración máxima, lo que devino en sus mejores niveles de hace dos ejercicios.
Pero los problemas, en forma de ventas masivas y fuertes caídas a cada advertencia de beneficios o profit warning para reducir sus previsiones que se producía ha dado paso a ese precio de 18.05 euros por acción que supone algo más de un 7,8% de prima sobre la cotización cuando se anunció la OPA. Aunque lo cierto es que el run run de la misma en el mercado, le llevó a revalorizarse hasta un 25% en la semana previa al anuncio. El efecto guerra de Rusia sobre Ucrania, también agravó, en mayor medida, la situación de la compañía.
De momento la OPA ya tiene recurso judicial. El presentado por el fondo FWC, FourWorld Capital Management, que posee el 0,7% de la compañía. Alega que el precio ofertado, 18,05 euros por acción no es equitativo y que además no cumple con los requisitos que marca la normativa.
Parece que su idea es no acudir a la oferta al considerar que la coyuntura actual de guerra e inflación de las materias primas estaría afectando al valor. Desde Banco Sabadell consideran que, por este recurso, podría producirse algún tipo de retraso en la ejecución de la operación, pero consideran que la posibilidad de una revisión al alza del precio ofertado es muy limitada.