Indra ha vivido toda una vorágine en lo que llevamos de verano. Incluso un poco antes, porque el fin de la primavera ha resultado más que relevante para este valor, el más movido del Ibex sin duda, por sus cambios internos en los que llevamos de época estival. Primero con la salida de Abril Martorell de la presidencia, un gestor respetado, pero no del gusto de la SEPI. Ese cambio de la cúpula se saldó con una caída del 18% en el valor, que sirvió además para recomponer el estatus interno de la compañía: con un presidente no ejecutivo y dos CEOs con Ignacio Mataix y Cristina Ruiz al frente del día a día.
Eran días en los que el valor se movía en los 7 euros por acción, apenas hace dos meses, mientras que el mercado ha sabido valorar esa mejora, recuperando la confianza del mercado y alejándose de ITP, fuera ya de la pugna por la compañía. De hecho, Rolls Royce se ha decantado por la venta a Bain Capital, el fondo estadounidense, en el que se encuadran además Sener, Sidenor y JB Capital.
Y esa confianza sin duda se asienta sobre las recomendaciones y el aumento del precio objetivo del valor que le ha llevado a máximos del año y a superar la cota psicológica de los 9 euros por acción. Y todo ello a cuenta de los buenos resultados del primer semestre del año, con vuelta a los beneficios, con cartera de pedidos récord superando los 5.000 millones, buen nivel de ratio Ebitda en 2,1v y los ingresos que crecen a un ritmo muy superior al 11%
Todo ello compone una nueva dinámica para la empresa, que, sin embargo, en el mercado, tras el fuerte repunte del 12% tras los resultados y el nuevo intento el pasado día 12 de consolidar los 9 euros por acción, no ha prosperado. De hecho, en su gráfica de cotización vemos como el valor se mueve con recortes acumulados de casi un 3% en las últimas sesiones en busca de una toma de beneficios, que, con decisión, no se ha producido.
En las últimas 20 sesiones Indra sube casi un 11% a pesar de estas caídas de los últimos días y desde julio recuperan por encima del 25%, pero la cota se le resiste y se mantiene a un 3,5% de los máximos del ejercicio. En el mes, el valor pierde cerca de un 1,5% y sigue circundando los niveles de recuperación anual del 26,5% que se colocan como el undécimo valor que más se revaloriza dentro del Ibex
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión nos muestran una ligera caída hasta los 7,5 puntos totales de los 10 posibles para el valor. Entre lo mejor la tendencia alcista en ambas vertientes, el momento total, lento y rápido positivo y el rango de amplitud decreciente a medio plazo.
En el otro lado, entre lo peor, destaca el volumen de negocio a medio y largo plazo, que se muestra decreciente para Indra, pero también la volatilidad del valor a largo plazo, que se muestra creciente.
Desde Factset los 17 analistas que siguen a Indra en el mercado optan por una recomendación de sobreponderar, con buenas perspectivas en el caso de Societé Generale, que coloca su precio objetivo en 11 euros o los 10 en el que coloca su PO Kepler, mientras que los 9 en el PO que marga JP Morgan dejan en el ambiente un recorrido muy limitado para Indra en el Ibex35.