Un dia catastrófico para el riesgo en Asia marcó el tono amargo de la sesión europea ayer, donde el riesgo también fue débil. Eso puso en movimiento los habituales patrones negativos al riesgo: el dólar y especialmente el yen ganaban mucho terreno mientras que las divisas de materias primas sufrían (aunque los que negociaban con dólar canadiense parecían querer salvarlo o, simplemente, dormían...). Los diferenciales de deuda en el Club Med resultaron ayer inferiores por lo general, así que la debilidad del euro en niveles por debajo de 1,27 contra el dólar no podía ligarse específicamente a ese indicador.
Actualmente, el euro-dólar se cambia a 1,2725 y debería encontrar una resistencia en el nivel de 1,30 y soporte en 1,25, que fue un soporte crucial en marzo de 2009, coincidiendo con la media vuelta que dio el mercado alcista. Además, en el segundo trimestre de 2008 el mercado puso a prueba infructuosamente ese mismo nivel. Para 2010 tenemos 1,22 como objetivo a final de año, así como 1,25 a doce meses. Nuestras previsiones se encuentran en los extremos del consenso, y uno de nuestros cuatro principales argumentos para ello es que la política ha sido la principal guía a la hora de tomar decisiones, en lugar de los objetivos macroeconómicos nacionales y supranacionales a largo plazo. Si las noticias empeoran podríamos ver el euro-dólar traspasando los niveles de soporte, particularmente con el verano a la vuelta de la esquina y con la volatilidad típica de los meses de julio y agosto.