La retribución total a los accionistas de Banco Santander con cargo a los resultados del ejercicio 2018 supone un incremento del 4,5% respecto a la abonada con cargo a los resultados del ejercicio 2017 y un pago total de 23 céntimos por acción. Santander pagó el primer dividendo en efectivo en agosto de 2018, por un importe íntegro por acción de 6,5 céntimos. El segundo pago se realizó el pasado mes de noviembre y fue de 3,5 céntimos por títulos a través del programa Santander Dividendo Elección, que permite al inversor elegir entre el cobro en efectivo o en acciones. El tercero, el 1 de febrero, ascendió a 6,5 céntimos. Con cargo a 2018, sólo queda pendiente este último dividendo de Santander, que se abonará de nuevo en efectivo por un importe igual al anterior. En total, Banco Santander habrá destinado 3.724 millones de euros.
Si se tiene en cuenta el cierre de la cotización del pasado viernes (de 4,488 euros), la rentabilidad por dividendo de la acción Santander ascendería al 5,12%. Además, desde comienzos del año, el banco ha registrado una revalorización en bolsa del 12,85%.
El consejo de administración de Banco Santander anunciará el dividendo correspondiente a 2019 tras su sesión de septiembre. Una de las novedades será que el cobro se fraccionará en dos pagos que se realizarán en los meses de noviembre y mayo. Según explicó Santander en su encuentro con analistas e inversores (Investor Day) en Londres, su intención es elevar a medio plazo el payout -porcentaje del beneficio que se destina a dividendos- hasta el 40-50%, desde la banda actual entre el 30-40%. Además, se comprometió a que la proporción del dividendo en efectivo por acción será al menos la del año pasado, un 85%.
De hecho, la junta general de accionistas de Banco Santander celebrada el 12 de abril aprobó que uno de los dividendos con cargo al ejercicio 2019 se instrumente mediante el denominado script dividend. También contó con el visto bueno de los accionistas la propuesta de un programa de recompra de acciones a efectos -según el banco- de “contar con la máxima flexibilidad en la configuración de la remuneración al accionista”.
Ana Botín, durante su intervención en la junta general de accionistas del grupo el pasado 12 de abril
“2018 ha sido un gran año, en el que hemos completado con éxito el plan que iniciamos en 2015. Presentamos entonces nuestra estrategia basada en la vinculación de clientes y en la transformación digital. Hemos trabajado con una visión clara: reforzar la confianza y vinculación de nuestros equipos, clientes, accionistas y de las comunidades donde operamos para contribuir al progreso de las personas y de las empresas. En este período, incluyendo el pasado año, hemos crecido, nos mantenemos como uno de los bancos más rentables y eficientes del mundo y nuestro balance es aún más fuerte. Todo ello en un entorno competitivo para el sector más complicado de lo esperado”, señaló durante su intervención en la junta la presidenta del Santander, Ana Botín.
Botín aportó algunos datos sobre la evolución de la acción y del dividendo: desde que se puso en marcha el plan trianual, en septiembre de 2015, el retorno total a los accionistas es del 15%, muy superior al rendimiento negativo de -7% del índice de bancos europeos. Los accionistas han recibido 0,80 euros de dividendo por acción, lo que supone en términos acumulados incluyendo 2018, un retorno por dividendos equivalente al 18% de su inversión. Para la presidenta del grupo el objetivo está claro: “Lograr el éxito para nuestros más de cuatro millones de accionistas es conseguir que el patrimonio que nos han confiado aumente su valor”.