Sacyr, una de las principales compañías de infraestructuras y servicios de España, ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la formalización de un contrato forward con una entidad de crédito. Este acuerdo, que involucra 10 millones de acciones ordinarias de Sacyr, establece un precio de referencia inicial de 3,4040 euros por acción, ajustable según el precio final de ejecución, y tiene un vencimiento de un año.

El contrato forward es una operación financiera que permite a Sacyr cubrirse ante posibles fluctuaciones en el precio de sus acciones en el mercado bursátil. Este tipo de contrato puede ser liquidado mediante la entrega física de las acciones o por diferencias, según la elección de Sacyr al vencimiento del contrato.

Cabe destacar que esta operación se ha llevado a cabo de manera bilateral y sin la adquisición de acciones propias por parte de Sacyr. La entidad de crédito involucrada actúa en nombre y por cuenta propia como principal, manteniendo una posición independiente respecto a Sacyr en esta transacción.

La firma de este contrato forward refleja una estrategia de gestión de riesgos por parte de Sacyr, permitiéndole estabilizar el precio de sus acciones en un entorno de mercado volátil. Esta decisión también podría interpretarse como una medida para asegurar la confianza de los inversores y mantener la estabilidad financiera de la compañía a lo largo del próximo año.

Este movimiento se enmarca en un contexto donde las empresas buscan protegerse contra las incertidumbres del mercado, y Sacyr no es la excepción. La habilidad de la compañía para optar entre la entrega física de las acciones o la liquidación por diferencias le proporciona flexibilidad en la gestión de sus activos y pasivos.

La confirmación de esta operación y su estructura flexible subrayan el enfoque estratégico de Sacyr para manejar su exposición al mercado de valores, asegurando así una mayor previsibilidad en sus finanzas y operaciones a medio plazo. La elección de no adquirir acciones propias también sugiere una intención de mantener una estructura de capital estable sin incrementar su apalancamiento.