Repsol cuenta las horas para erigirse como una empresa claramente destinada y dirigida al universo verde, a pesar de que ahora mismo el grueso de su negocio reside en la industria petrolera. Una transformación que no será ni rápida ni fácil pero con un destino claro, cero emisiones en 2050, para lo que ya lleva trabajando al menos un par de años. Lo último es que invertirá hasta 2.900 millones de euros en hidrógeno durante los próximos cinco años.
Un nuevo plan con horizontes nuevos, marcados por la sostenibilidad y por un panorama dañado cuanto menos en sus cuentas y expectativas por el azote de la pandemia, que a pesar de la mejora tras el rally, lo cierto es que ha surtido un duro efecto en la compañía. Y lo hará también en el dividendo. Los expertos apuestan por una caída del hasta ahora mejor dividendo del Ibex del entorno del 45%, aunque será más que atractivo, con una rentabilidad del 7,12% para el accionista si queda en 0,55 euros, por ejemplo. E incluso superior al de las empresas de su sector como Shell, Eni o BP entre otros.
En su gráfica de cotización observamos como el rally ha marcado un alto en el camino en las dos últimas sesiones, aunque sigue siendo de consideración y abultado: del 37% en el último mes y del 44% en noviembre. Sólo en la última semana recuperó un 15,5%, aunque en el año mantiene las elevadas pérdidas , aunque corregidas a la baja del 41,2%.
Pero los expertos consideran que el rally está a punto de acabar. Para Morgan Stanley el valor está sobrecomprado y con riesgo de que se produzca una corrección inminente en el valor, frente a su preferencia en Europa por dos de sus competidoras, Shell o Total. Mientras en Berenberg reducen su precio objetivo hasta los 8 euros, desde los 8,5 anteriores y HSBC lo reduce hasta los 7,1 desde los 8,45 anteriores y rebaja su recomendación hasta mantener desde comprar. Y desde Credit Suisse recorta también su consejo a infraponderar desde sobreponderar el valor.
Desde el punto de vista técnico dos visiones. Por un lado la de nuestros indicadores técnicos premium, que colocan la puntuación del valor en 4 puntos de 10 posibles, en modo rebote. En la parte más favorable encontramos la tendencia a medio plazo que es alcista y el volumen, que tanto a medio como a largo plazo es creciente. El resto, tendencia a largo plazo que es bajista, momento total, lento y rápido, que es negativo y el rango de amplitud, la volatilidad del valor, que se muestra creciente a medio y a largo plazo.
Por el otro la opinión del analista técnico de Estrategias de Inversión José Antonio González. Considera que Repsol “ acumula abultadas lecturas de sobrecompra acumulada en osciladores que requieren de un proceso de normalización previa antes de volver a lanzar un impulso alcista rumbo a su directriz decreciente y los 9,504 euros por acción. De este modo, podríamos asistir a corto plazo a un movimiento de consolidación rumbo al soporte de los 7,022 euros por acción, así como a la directriz creciente que parte desde mínimos anuales”.
Repsol en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
“En una valoración por ratios y bajo previsión de BPA de 0,73€/acción para el cierre de 2021 y revisado tras la presentación de cuentas trimestrales, Repsol tiene margen entre valor y precio. El mercado descuenta un PER de 10,7v, con recorrido al alza frente a la media del selectivo Ibex 35. Descuento también por múltiplo EV/EBITDA y el mercado paga únicamente 0,52 veces su valor en libros. Rentabilidad sobre dividendos (Yield) superior al 12% y balance saneado, destaca María Mira de Ei.
La analista fundamental de Estrategias de Inversión destaca que “en positivo también el aumento de autocartera que supera el 7% y que la compañía podría amortizar con reducción del capital de hasta el 6.09%, lo que favorecería el impulso en el BPA. En base a nuestra valoración fundamental, somos positivos con el valor a medio/largo plazo”.